Hamas ha confirmado que su dirigente político, Ismail Haniyeh, fue asesinado en un ataque israelí en Teherán, la capital iraní. Este hecho ha generado una nueva fase de incertidumbre y peligro en la región.
Haniyeh es el segundo líder de un grupo respaldado por Irán en morir en las últimas 24 horas, después del asesinato del comandante militar de mayor rango de Hezbollah en Líbano por Israel.
El líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, prometió vengar la muerte de Haniyeh. “Han matado a nuestro querido huésped en nuestra casa y ahora han allanado el camino para su duro castigo”, dijo, refiriéndose a Israel. Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, declaró que Estados Unidos “no estaba al corriente ni implicado” en la muerte de Haniyeh.
Israel no ha confirmado ni negado su implicación en la muerte de Haniyeh. Sin embargo, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, refiriéndose al atentado en Beirut, afirmó que Israel no busca la guerra, pero se está “preparando para todas las posibilidades”.