El presidente López Obrador ha expresado su preocupación sobre si la delincuencia, tanto organizada como de cuello blanco, ejerce actualmente un control indebido sobre el Poder Judicial.
Durante la conferencia matutina en Palacio Nacional, López Obrador destacó que la reforma del Poder Judicial tiene como objetivo despojar a la delincuencia organizada y de cuello blanco de su influencia.
“Lo que estamos proponiendo en la iniciativa es que el pueblo elija a los jueces, magistrados y ministros. Algunos argumentan que el Poder Judicial podría estar bajo control, que las elecciones podrían ser manipuladas, y que los delincuentes podrían ejercer control sobre él. Yo me pregunto, ¿acaso no lo hacen ya? ¿No está la delincuencia controlando al Poder Judicial?”, cuestionó en el Salón Tesorería.
“Nuestro objetivo es privar a los delincuentes de un poder que debe estar al servicio del pueblo, para administrar justicia. ¿No es cierto que en muchos casos las decisiones judiciales están influenciadas por los intereses de la delincuencia organizada y de cuello blanco?”, argumentó.
El presidente mexicano explicó que, bajo su reforma, no cualquier persona podrá ocupar el cargo de juez, magistrado o ministro, sino que deberán ser abogados con experiencia.
“¿Por qué debería cualquier persona poder ser juez? No, no cualquier persona. Debe ser un abogado. Y será aún más beneficioso si además de tener una licenciatura, posee una maestría y un doctorado”, añadió.
El mandatario señaló la necesidad de “purificar la vida pública” a través de la democracia y la elección popular de los miembros del Poder Judicial.
López Obrador descartó esta semana ceder en su propuesta de reforma para elegir por voto popular a jueces, magistrados y ministros, a pesar de las sugerencias de la mandataria electa, Claudia Sheinbaum, de realizar una “consulta amplia”.
Entre otros aspectos contemplados en la reforma, que López Obrador indicó estar dispuesto a negociar, se encuentran la reducción de los ministros en la Suprema Corte, que pasarían de 11 a 9, y la sustitución del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) por un Tribunal de Disciplina Judicial.
Esta iniciativa gubernamental ha generado nerviosismo en los mercados financieros, con una caída del 3.99 % en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y una depreciación del peso mexicano superior al 8 % la semana pasada, tras los resultados de las elecciones del 2 de junio.
