Para las multinacionales que buscan expandir sus operaciones en México, la infraestructura y la conectividad son cruciales. Según expertos de Monex, Julius Baer, Aztlán Equity Management y Oxford Economics, el estado de derecho y la previsibilidad económica, política y jurídica son factores clave para atraer inversiones a largo plazo.
El fenómeno del nearshoring está en sus primeras etapas en México, con un aumento notable en la reinversión de utilidades por parte de empresas ya establecidas. Estas empresas están maximizando su presencia y capacidades en el país, lo que ha llevado a un crecimiento gradual en el sector.
Esteban Polidura de Julius Baer considera que el nearshoring ofrece un gran potencial económico, pero sus beneficios significativos se materializarán en un plazo de 3 a 5 años. Sin embargo, retos como la infraestructura deficiente, problemas de seguridad y la necesidad de reformas políticas podrían ralentizar este proceso.
Joan Domene de Oxford Economics señala que la reforma judicial propuesta en México, que será discutida en septiembre, podría afectar negativamente la confianza de los inversionistas y la entrada de capitales, especialmente si favorece a las empresas estatales sobre las privadas.
Alejandro H. Garza Salazar de Aztlán Equity Management destaca la importancia de mejorar la infraestructura, como vías de transporte y telecomunicaciones, y abordar problemas de escasez de agua y demanda de energía para atraer nuevas inversiones. También resalta que las elecciones en Estados Unidos podrían influir en el clima de inversión en México.