Un enfermero del penal de Santa Martha Acatitla, de 34 años, fue detenido por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y personal de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, tras un cateo realizado en un inmueble ubicado en la alcaldía Tláhuac. La operación se llevó a cabo en la colonia San José, donde las autoridades lograron incautar 94 dosis de una sustancia con características de cocaína, 50 envoltorios de marihuana, aproximadamente 600 gramos de marihuana a granel y un teléfono celular.
El detenido, identificado como enfermero del centro penitenciario, es acusado de ofrecer drogas y medicamentos controlados a los internos del penal de Santa Martha Acatitla. Las autoridades capitalinas obtuvieron la orden de cateo después de que el Ministerio Público solicitara a un juez de control la intervención en el domicilio, luego de una serie de vigilancias fijas y móviles que confirmaron la actividad ilícita.
La SSC informó que la intervención en el inmueble se realizó sin el uso de violencia y con estricto apego a los protocolos de actuación policial, uso de la fuerza y respeto a los derechos humanos. Tras el cateo, el hombre fue puesto a disposición del Ministerio Público, quien continuará con las investigaciones del caso y determinará su situación jurídica en las próximas horas.
El inmueble donde se realizó el cateo quedó sellado y bajo resguardo de la SSC. Además, la dependencia aseguró que el detenido será considerado inocente hasta que se demuestre su culpabilidad mediante una sentencia emitida por el órgano jurisdiccional correspondiente, conforme al principio de presunción de inocencia establecido en el artículo 13 del Código Nacional de Procedimientos Penales.
La presunción de inocencia es un principio fundamental en el sistema de justicia penal mexicano, que establece que toda persona debe ser tratada como inocente en todas las etapas del procedimiento, hasta que se declare su responsabilidad mediante una sentencia definitiva. Antes de 2018, el término “probable responsable” se utilizaba para referirse a los imputados; sin embargo, este concepto fue reemplazado por “probable participante”, para subrayar que la responsabilidad penal sólo se determina al concluir el proceso judicial.
