Hoy nos encontramos en Monterrey, Nuevo León, con una figura clave del espectáculo en México: Armando Luna, quien lleva más de 25 años siendo el puente entre artistas, medios y público en Apodaca Music Group. Su trayectoria lo ha llevado a estar detrás de grandes conciertos, festivales y momentos que han marcado la historia del entretenimiento. Charlamos con él sobre cómo ha evolucionado su papel, los medios y la industria misma.
¿Armando, para empezar, quién es Armando Luna y de dónde viene?
Mira, soy originario de Monclova, Coahuila, y llevo más de 25 años como director de medios aquí en la empresa. Antes de eso, trabajé para algunas compañías disqueras, siempre en el mundo del entretenimiento, especialmente en la música. Desde que Óscar Flores me invitó a Representaciones Artísticas Apodaca (hoy Apodaca Group), hemos pasado por muchos cambios, tanto en la empresa como en la industria. Hoy, además del booking, estamos muy metidos en la producción de conciertos y festivales en todo México, Estados Unidos y otros países.
¿Cómo empezó tu relación con los medios de comunicación?
Desde el principio mi rol fue el de la promoción, conectar artistas, disqueras y medios. Era coordinar promociones, lanzamientos, entrevistas. Pero con los años, el enfoque ha cambiado: ahora, además de la promoción, gran parte de mi trabajo es la logística de medios para conciertos y festivales. La relación con los medios sigue siendo cercana, pero ahora es más amplia y dinámica.
¿Cómo se ha transformado esa relación con los medios con el paso del tiempo?
Ha cambiado mucho. Antes hablábamos de radio, prensa y tele como los principales medios. Hoy tenemos más de 250 medios en un solo festival, incluyendo digitales. El enfoque ha sido siempre el mismo: una relación directa, honesta y de apoyo mutuo. Yo veo por ellos, y ellos ven por nosotros. Es un ganar-ganar.
¿Qué importancia tienen los medios digitales en comparación con los tradicionales?
Para mí, todos los medios son importantes. Cada uno tiene su audiencia, su manera de comunicar. Pero los digitales tienen ventajas muy marcadas: no tienen fronteras geográficas, y lo más poderoso, la inmediatez. Puedes publicar algo en el momento y llega a miles, incluso millones. Claro, eso también conlleva responsabilidad: hay que cuidar que la información sea veraz y bien manejada.
¿Cómo se vive esa “inmediatez” desde tu trinchera?
Es un arma de doble filo. Te permite llegar más lejos y más rápido, pero también puede llevar a errores si no se valida la información. Por eso es importante tener una buena comunicación con los medios, una relación sólida, para que esa rapidez no sacrifique la calidad ni la verdad.
¿Cómo defines tu filosofía al trabajar con medios?
Muy clara: crear sinergias. Yo busco que los medios, grandes o pequeños, crezcan. Porque el medio que hoy apenas empieza, mañana puede ser de los grandes. Y si crecimos juntos, eso fortalece la relación. Me interesa que a los medios les vaya bien en nuestras promociones, coberturas y todo lo que hagamos juntos. Si ellos brillan, nosotros también.
Armando, en estos más de 25 años, ¿te ha tocado ver a muchos grupos despegar?
Sí, claro. Me ha tocado ver a varios desde su primer sencillo hasta llenar estadios. Un caso que siempre recuerdo mucho es el de Kumbia Kings. Escuché su primer disco antes de que saliera al mercado. Viví con ellos todo: desde los lanzamientos, los primeros éxitos, hasta el boom de canciones como La Dulce Niña. Fui parte del equipo que planeó y realizó la promoción de su primera gira de conciertos grandes: Arena Monterrey, Auditorio Nacional, Guadalajara… Fue una etapa muy intensa y muy bonita. Fue un crecimiento rápido y contundente, y me tocó verlo desde adentro.
¿Qué sigue para ti dentro de Apodaca Music Group? ¿Piensas en un retiro o aún hay camino?
No pienso en el retiro, la verdad. No sé qué venga, porque esta industria siempre sorprende. Nunca imaginé que íbamos a pasar de cargar cajas de discos para ir a cada estación de radio… a tenerlo todo digital con un clic. Entonces no me gusta planear demasiado. Solo espero que esta industria me siga sorprendiendo como lo ha hecho hasta ahora. Aquí no te aburres: cada artista, cada concierto, cada promoción es diferente. Y eso es lo bonito.
¿Cómo ha impactado todo esto en tu vida personal?
Mucho. Aunque hoy viajo menos que antes, claro que mi trabajo ha influido en mi vida personal y familiar. Siempre he sido muy metido en lo que hago. Puedo estar en casa, pero si traigo un tema atorado, mi cabeza está en el trabajo. Afortunadamente, mi familia siempre me ha apoyado. Mi esposa y mis hijos me conocen así, nunca me he dedicado a otra cosa. Ya es parte de nuestra dinámica. A veces les digo: “ahí están los boletos, vayan ustedes al concierto, yo me quedo asando carne en casa”. Y así lo vivimos. Pero sí, ha sido un trabajo en equipo con ellos también.
¿Y qué mensaje te gustaría enviarle a Don Óscar Flores, quien ha confiado en ti durante tantos años?
A Óscar Flores solo puedo decirle gracias. Por la confianza, por el apoyo, por dejarme hacer mis locuras. No solo me confió el rol en medios, sino que me dio libertad para proponer, para innovar. Y creo que él, con su visión, ha visto resultados. Me llena de orgullo que después de tanto tiempo siga confiando en mí. Y además de eso, he aprendido muchísimo a su lado. Esta oportunidad ha marcado mi vida.
¿Algo más que quieras agregar?
Sí, agradecerles a ustedes por esta entrevista, por darse el tiempo de venir a platicar y escuchar un poco de esta historia que seguimos escribiendo. Gracias de corazón.
Armando Luna es el tipo de persona que trabaja tras bambalinas, pero sin él, el espectáculo no sería el mismo. Su mirada sobre los medios, su compromiso con los artistas y su amor por la industria lo convierten en una figura indispensable. No busca protagonismo, pero su historia habla sola: ha ayudado a que miles brillen en el escenario.