Ucrania tiene dificultades para satisfacer su demanda de soldados.
Los voluntarios no bastan. El país necesita constantemente reemplazar a las decenas de miles de muertos y heridos. Muchos soldados están agotados, después de 18 meses luchando contra la invasión a gran escala de Rusia.
Sin embargo, algunos hombres no quieren luchar. Miles han abandonado el país, a veces tras sobornar a funcionarios, y otros buscan formas de esquivar a los oficiales de reclutamiento, que han sido acusados de tácticas cada vez más duras.
“El sistema es muy anticuado”, afirma Yehor, quien vio a su padre sufrir problemas de salud mental tras luchar con el ejército soviético en Afganistán.
Por eso no quiere luchar. Ha pedido que omitamos su nombre real para proteger su identidad.