Berlín enfrenta problemas de sequía y ha implementado soluciones para almacenar agua de lluvia. La ciudad ha construido estanques subterráneos y mejorado su sistema de alcantarillado para recoger y tratar el agua de lluvia. Además, la nueva legislación exige que las construcciones recientes reduzcan el desagüe al alcantarillado y promuevan la filtración o evaporación del agua. Estas medidas buscan evitar desbordamientos y asegurar el suministro de agua en la región.