Migración, un fracaso en el sistema mexicano

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El fracaso del modelo económico de los países centro americanos, el de Venezuela, y algunos otros países del caribe, como Haití, han provocado caravanas de personas que cruzan de manera ilegal el país de sur a norte, con el principal objetivo de llegar al llamado sueño americano.

El fenómeno de la migración no es nuevo. En Europa desde hace décadas, africanos principalmente intentan llegar en barcos a las costas europeas. De este lado del charco, México es la principal vía para llegar con el vecino del norte, a los Estados Unidos de América.

Fue en el mes de octubre 2018, cuando nuestro país evidencio no estar preparado ni económicamente, ni con estrategia desde seguridad, salud pública y elementos suficientes para lograr contener una caravana que partió desde Honduras, bajo un lema, “No nos vamos porque queremos: nos expulsa la violencia y la pobreza”. Más de seis mil personas entraron a territorio mexicano de manera ilegal.

Desde entonces, a la fecha en casi el final del 2023, son muchas las caravanas que han entrado a nuestra nación provocando graves daños, sobre todo en los municipios fronterizos. Un problema de carácter federal sin resolverse, que permite el acceso desde el sur, hasta el norte, ha colapsado las finanzas públicas de los ayuntamientos que deben redoblar esfuerzos en seguridad –sobre todo en el actual momento de violencia del país- instalar asilos y alimentación, como redoblar a los elementos de seguridad para prevenir una oleada de robos y pleitos internos entre los propios migrantes.

Y el texto no implica reprochar a los migrantes la lamentable situación que viven en sus países de origen. Pero una nación que no se respeta y no se da a respetar, es una nación débil ante la mirada del exterior.

Nuestra ley es muy clara. Respeto irrestricto de los derechos humanos de los migrantes, nacionales y extranjeros, sea cual fuere su origen, nacionalidad, género, etnia, edad y situación migratoria. Pero, también aclara, en ningún caso una situación migratoria irregular preconfigurará por sí misma la comisión de un delito ni se prejuzgará la comisión de ilícitos por parte de un migrante por el hecho de encontrarse en condición no documentada.

Y es aquí el principal punto. Para cualquier extranjero que quiera entrar a nuestro país de manera legal, debe solicitar un permiso a nuestra Secretaría de Relaciones Exteriores, quien lo otorgará por motivos de turismo, residencia temporal o permanente, trabajo, intercambio educativo, incluso hasta de refugiado. 

La política de migración del presidente López Obrador ha sido tímida. Enfocada a un tema de priorizar su popularidad, que la de la seguridad nacional. Teme salir en medios internacionales como un hombre que no respeta los derechos humanos, cuando la principal obligación del presidente es procurar el estado de derecho de nuestro país.

Hoy la COPARMEX pone el grito en el cielo por el paro de los trenes de Ferrocarriles Mexicanos, lo que provoca un atraso en la llegado de los productos entre empresas y al mercado final. Pero, lo hacen ahora y no muchos años atrás que ya se presentaba el fenómeno. Y es fácil, porque nunca antes el fenómeno había tocado sus intereses como ahora.

Los países ya mencionados que mantienen serios problemas económicos, hacen menos que el nuestro para contener la migración. Estas personas que migran no son culpables, pero tampoco los ciudadanos residentes mexicanos que han visto en ciertos municipios como ciertos sectores son ocupados por extranjeros que se adueñan de territorios para delinquir, para después desplazarse a otro municipio y hacer lo mismo ante la complicidad de una autoridad federal.

Es una realidad, que en los asentamientos de migrantes se crea un sentimiento de miedo entre la población que vive cerca. Mucho de ellos son personas que solo quieren cruzar al llamado sueño americano, pero otras tanto, aprovechan su estancia en el país para realizar sus fechorías ante la poca seguridad que observan.

Estados Unidos presiona por su parte al gobierno mexicano. Presión que aprovecha el presidente mexicano para insistir que se deben respetar sus derechos, aun cuando ellos los han perdido al entrar a un país de manera ilegal.

El 4 de febrero de 2019, la primera caravana –una pequeña parte de ella- salió de Saltillo con rumbo a Piedras Negras. Un total de mil 850 personas arribaron a la ciudad fronteriza. La autoridad se había preparado, a diferencia de lo sucedido en Tijuana. 

Se habilitaron dos naves industriales y la explanada de la antigua maquiladora MECESA. Se instalaron tomacorrientes, depósitos para agua potable, regaderas con agua caliente y fría, Internet, sanitarios portátiles, colchonetas, calefacción, alumbrado y pantallas para proyección. En la explanada se instalaron toldos, alumbrado, suministros de gas, contenedores de basura, área de alimentos. Adicionalmente, para evitar conflictos como en Tijuana, se instalaron elementos de seguridad en las inmediaciones del albergue.

Pero, esto no sale gratis, y no fue pagado por el gobierno federal, que solo limito a hacer un llamado a los gobiernos estatales y municipales de respetar los derechos de los migrantes. Pero no mando un centavo para brindar la atención, ni para reforzar la seguridad.

México es un país de buenas personas que le da la mano al amigo, al necesitado. Lo hemos demostrado en nuestras propias desgracias, y en la de otros países enviando ayuda humanitaria. México, también tiene sus propios problemas y tenemos más de 25 millones de mexicanos viviendo en Estados Unidos. A través de los años esa población ha ido creciendo de poco a poco, con el nacimiento de mexicanos en territorio americano.

Nuestro país jamás ha realizado una caravana de migrantes. Esperemos y eso nunca pase. Pero el tender la mano, no significa que permitamos que los extranjeros lleguen como Don Juan por su casa, y hagan lo que se les pegue en gana.

Generalizar es malo. No lo son todos. Pero eso es precisamente lo que provoca la entrada ilegal al país de miles de personas de diferentes nacionalidades. 

De recordar el caso de una mujer migrante que reclamaba mejor calidad de comida. En los refugios se ha documentado comida tirada que fue despreciada por migrantes. Un sin mar de basura, que tiene que ser absorbida en el gasto municipal.

Y en un pequeño apartado, aquí vemos que el famoso programa “Sembrando Vida” del presidente, el cual destino millones de dólares a países centroamericanos con el objetivo de disminuir la migración no ha funcionado.

Millones de dólares que servirían para reforzar la seguridad en la frontera sur. Más elementos al Instituto Nacional de Migración. Puentes internacionales reforzados en la frontera sur, y mayor número de cámaras a lo largo de la misma frontera que prevenga la formación de caravanas. 

Por donde lo vea, esto también es un tema de seguridad nacional. De ahí, que, bajo ese argumento, el gobernador de Texas, destina a la guardia estatal de seguridad para no permitir la entrada ilegal de personas.

Seamos honestos. La posibilidad de conseguir asilo o refugio en Estados Unidos se va desvaneciendo, para el periodo 2020 solo otorgaran dicho reconocimiento a 18 mil solicitantes. En nuestro país, la capacidad de gestión de los flujos migrantes y de solicitantes ha creado una situación crítica en la frontera sur, inclusive se habla de una crisis del refugio en México.

Dejamos de ser un país de paso, donde quienes no pueden llegar a los Estados Unidos y no son deportados por nuestra nación, prefieren quedarse para en un futuro volver a intentar llegar a algunas de las ciudades de nuestro vecino del norte.

Pero, nuestro país no puede ser la casa de todos ellos, por una simple razón. No tenemos la capacidad de brindar condiciones de desarrollo social y económico a nuestros propios connacionales, mucho menos a quienes se quedan en nuestro país por un tema de migración.

Ello significaría brindarles empleos, cuando lo que ha incrementado en los últimos años es el empleo informal. Significaría darles asistencia médica, cuando venimos del fracaso del INSABI, y darle una carga a un IMSS en estado de putrefacción. De seguridad, bueno no sabemos que es peor para ellos, si la que ya padecían en sus países o la que vivirán aquí.

México ha perdido la oportunidad ser un país líder en todos los aspectos. Nuestra cercanía con Estados Unidos nos tiene en una zona geográfica privilegiada, con la oportunidad perdida de haber sido nosotros los que seamos los verdaderos intermediarios de EUA con los actuales países exportadores de migrantes. Porque eso es lo que ocurre con ellos, exportan migrantes al por mayor.

Hay un fracaso de la política económica de ellos. Pero no estamos muy lejos, y de no rectificar no solo también exportaremos migrantes al por mayor, sino seremos la casa de quienes no puedan cruzar a los Estados Unidos.

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