Cultura 116
Jesús Reyes Heroles nació en Tuxpan, Veracruz, el 3 de abril de 1921. Fue un destacado político, jurista, historiador y académico mexicano. Es reconocido por su extensa trayectoria en diversos cargos políticos y su importante contribución intelectual en áreas como el derecho, la economía y la historia. Recibió su título de abogado con Mención Honorífica en 1944 por la Universidad Nacional Autónoma de México, complementando su formación con estudios de posgrado en Derecho en Argentina. A lo largo de su vida, ocupó cargos como catedrático en la UNAM y en otras instituciones educativas, destacándose por su labor docente y su prolífica obra escrita.
Miembro de la Academia Mexicana de la Historia y honorario de la Real Academia de la Historia de Madrid, Reyes Heroles fue reconocido por su dedicación al estudio y la difusión del conocimiento histórico y jurídico. Su legado incluye una amplia variedad de ensayos y publicaciones, entre las que se destacan “Tendencias actuales del Estado”, “La carta de La Habana” y “El liberalismo mexicano”, obras que han influido en el pensamiento político y jurídico de su época.
Además de su destacada labor académica, Reyes Heroles ocupó importantes cargos políticos en México, como el de Secretario de Gobernación y Secretario de Educación Pública, contribuyendo significativamente al desarrollo político y social del país durante su servicio público.
A lo largo de su carrera política, Jesús Reyes Heroles ocupó una serie de cargos destacados que abarcaron diversas áreas gubernamentales. Inició su carrera como asesor en la Secretaría del Trabajo en 1944 durante el gobierno de Manuel Ávila Camacho. Posteriormente, en 1952, bajo la presidencia de Adolfo Ruiz Cortines, se desempeñó como jefe de estudios económicos de Ferrocarriles Nacionales de México hasta 1958. Durante la presidencia de Adolfo López Mateos, fue subdirector general técnico del Instituto Mexicano del Seguro Social y luego se convirtió en diputado federal en la XLV Legislatura, representando a su estado natal de 1961 a 1964.
Reyes Heroles también ocupó cargos de gran relevancia, como la dirección general de Petróleos Mexicanos (Pemex) de 1964 a 1970 bajo la presidencia de Gustavo Díaz Ordaz, donde fundó el Instituto Mexicano del Petróleo en 1965. Posteriormente, asumió la dirección del Combinado Industrial de Ciudad Sahagún, Hidalgo, de 1970 a 1972. Fue presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI de 1972 a 1975 y director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de 1975 a 1976 durante el mandato de Luis Echeverría Álvarez.
Uno de los roles más destacados de su carrera política fue el de secretario de Gobernación durante el mandato de José López Portillo, desde 1976 hasta 1979. Posteriormente, ocupó el cargo de secretario de Educación Pública durante el gobierno de Miguel de la Madrid, de 1982 a 1985.
Reyes Heroles también fue conocido por sus frases célebres, ampliamente utilizadas en círculos políticos y periodísticos, que reflejaban su perspicacia y experiencia en el ámbito político. Aunque se consideraba que encarnaba el perfil ideal para ser presidente de México, su ascendencia extranjera, debido a que su padre era español, lo excluyó de la posibilidad de asumir dicho cargo, según lo estipulado por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Su papel en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) fue fundamental, siendo reconocido como uno de sus principales ideólogos y defensores de los principios de la Revolución Mexicana. Su firme oposición a los intentos de reelección de Luis Echeverría durante la sucesión presidencial en 1975 marcó un punto crucial en su carrera política.
La Reforma Política de 1977, impulsada durante el mandato de José López Portillo, surgió en un momento crucial en el que se requería un líder de credibilidad y respeto para abordar los desafíos políticos internos del país. Jesús Reyes Heroles asumió el cargo de secretario de Gobernación y anunció en Chilpancingo, Guerrero, el 1 de abril de 1977, la necesidad de cambios significativos en el sistema electoral para adecuar las instituciones a la realidad política nacional.
Este llamado al cambio convocó a la oposición, así como a académicos e intelectuales, para debatir y consensuar la Reforma Política de 1977, que se plasmó en modificaciones constitucionales y la aprobación de la Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procedimientos Electorales (LOPPE) en diciembre de ese año. Esta ley estableció un nuevo marco electoral que incluía la creación de un colegio electoral, el registro de organizaciones previamente proscritas como el Partido Comunista Mexicano, la posibilidad de formar coaliciones, la asignación proporcional de escaños en el Congreso y un aumento significativo en el número de diputados.
Un año después, se promulgó una ley de amnistía para exonerar a militantes de grupos subversivos urbanos y rurales, marcando un intento por reconciliar al país después de años de conflicto. Estas reformas, aunque generaron resistencia y críticas de sectores conservadores dentro del PRI, fueron vistas retrospectivamente como el punto de partida hacia la democratización de México.
Reyes Heroles, consciente de la necesidad de su partido de adaptarse a los cambios políticos del país, buscó impulsar acuerdos graduales que permitieran al PRI mantener su relevancia en el panorama político nacional. Sin embargo, sus diferencias con López Portillo sobre diversos temas, incluidos los excesos del presidente y problemas familiares dentro de su administración, llevaron a su cese en mayo de 1979.
En 1982, Jesús Reyes Heroles regresó al servicio público por invitación de su ex alumno, Miguel de la Madrid, para desempeñarse como secretario de Educación Pública. Desde la emblemática oficina que anteriormente ocupara José Vasconcelos, Reyes Heroles lideró el proceso de descentralización educativa que se completaría en el siguiente gobierno. Durante su gestión, se centró en la profesionalización de los docentes, estableciendo como requisito la educación media superior para obtener la licenciatura en educación, y promovió la noción de “Revolución educativa” para reformar la gestión educativa, implementar sistemas incipientes de evaluación y disminuir la influencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. Sin embargo, su tiempo al frente de esta cartera fue breve, ya que enfermó de cirrosis hepática y cáncer de pulmón, falleciendo a los 63 años el 19 de marzo de 1985 en Denver, Colorado, mientras recibía tratamiento. En 1996, el Fondo de Cultura Económica inició la publicación de varios tomos con las obras completas de Reyes Heroles, prologadas por la historiadora Eugenia Meyer.
En cuanto a su legado político, en marzo de 2003 se suscitó una controversia cuando el presidente Vicente Fox decretó el traslado de los restos de Reyes Heroles a la Rotonda de las Personas Ilustres, junto con los de otros destacados líderes políticos. Sin embargo, su familia rechazó este reconocimiento, y desde el Partido Revolucionario Institucional se manifestaron críticas ante la polémica generada por antiguos líderes de la izquierda universitaria. A pesar de ello, se colocó un cenotafio en su honor en el lugar.
Dentro del PRI, Reyes Heroles desempeñó un papel fundamental en su desarrollo ideológico y estructural. Fue presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI entre 1972 y 1975, y su influencia se extendió a los esfuerzos de capacitación y formación política dentro del partido. En 2017, el PRI decidió rendir homenaje a su legado al formalizar el Instituto de Formación Política “Jesús Reyes Heroles” A.C., con el objetivo de capacitar y formar políticamente a sus miembros a nivel nacional y local, así como a la sociedad civil. Este instituto también es responsable de difundir la ideología del PRI a través de medios como el periódico La República.