Néstor J. Hurtado Vera.
Sin duda la mayoría recordaremos una frase presidencial. Quizás de las más polémicas de las famosas “mañaneras”; dicha nada más y nada menos que, por el Titular del Poder Ejecutivo Federal, Andrés Manuel López Obrador.
Cito textualmente: “No me vengan a mí con ese cuento de que la Ley, es la Ley”, expresó el presidente de México, el 6 de abril del 2022, al criticar o acusar en ese momento a los ministros de la Suprema Corte, por invalidar el candado de 10 años para que los funcionarios públicos de mando superior, no puedan emplearse en la iniciativa privada.
Quise recordar esta lamentable y bochornosa frase, porque hace unos días estuvieron a “milímetros” de arrestar al exgobernador panista de Chihuahua, Javier Corral, esto por un supuesto desvío de 98 millones de pesos durante su administración del 2016 al 2021.
Como muchos vimos en las noticias, la Fiscalía Anticorrupción de Chihuahua, que, dicho sea de paso, es un organismo autónomo y que tiene documentado el haber creado un contrato y haber simulado la reestructuración de una deuda, lo cual derivó en una orden de aprehensión.
Pero el pasado 14 de agosto en un bar de la Ciudad de México, en donde elementos de la policía de investigación de Chihuahua intentaron ejecutar una orden de captura, no pudieron, porque llegó el Fiscal de la capital del país a defenderlo, esto, porque sencillamente dijo: “decidimos no colaborar” y se lo llevó, como si la justicia en México se tratara de la decisión de una sola persona o movimiento.
Al siguiente día, en su “mañanera”, López Obrador confirmó el hecho y se atrevió a defender al ex gobernador panista, acusando que la Fiscalía de Chihuahua actúa de manera “facciosa”, y sostuvo que se trata de una “venganza política” de la actual gobernadora.
Como podrán notar, para ellos, no se trata de las pruebas que existan en las Instituciones de justicia, para la “4T” las investigaciones pasan a segundo término cuando se trata de tocar a uno de los suyos.
Personalmente no tengo elementos de prueba contra Javier Corral, aunque el Fiscal Anticorrupción de Chihuahua señala que, si hay pruebas de dicho desvío de recursos, pero lo que considero lamentable, es que cuando se trata de opositores políticos, el máximo líder de la “4T” celebra y señala, pero cuando se trata de cercanos, defiende y desestima.
Un breve paréntesis, está igual que cuando algunos detenidos en Estados Unidos testificaron en contra de Genaro García Luna; la “4T” vitoreó y exigió justicia, pero cuando otros actores acusan a su movimiento, como al actual gobernador de Sinaloa, dicen que eso no es verdad.
Quizás por eso quieren desaparecer a los organismos autónomos, quizás por eso buscan controlar de “pies a cabeza” al Poder Judicial, porque la justicia para ellos no gira en torno a un sistema de pruebas, sino, en base a un solo hombre.
Tal como lo dijo abiertamente en febrero del presente año, cuando señaló que, por encima de la Ley, está la autoridad moral del presidente.
En fin, espero de corazón que estos comportamientos finalicen el próximo 30 de septiembre, y que la próxima presidenta no emule los pasos de quien será recordado por sus ocurrencias, agresiones y falta de respeto a nuestras Instituciones.
