Editorial 74
Es imposible hablar de la seguridad pública de manera objetiva sin tomar un punto de referencia en nuestra historia. No sólo se trata de hablar del presente sino de echar un vistazo al pasado para contar con un análisis amplio de dónde estamos y para dónde queremos dirigirnos.
Hoy en día Coahuila es calificada por el INEGI como la tercera entidad más segura de todo México, con base a la percepción ciudadana, lo cual no es un dato menor, sobre todo en el tiempo actual en que la sociedad es cada vez más crítica y participativa. Pero ¿cómo logramos esta calificación? ¿Cómo fue que logramos estar dentro de las tres entidades más seguras?
El territorio mexicano ha vivido momentos muy difíciles en cuanto a inseguridad, y nuestra entidad no fue la excepción. A raíz de ciertos acontecimientos, en 2009 se creó la Policía de Élite. Un año después ocupamos el lugar número 16 con más homicidios dolosos, y en 2011 las cosas no caminaban como uno esperaba. Pasamos al lugar nueve en el mismo rubro y para 2011 y 2012 llegamos desgraciadamente al octavo lugar.
Parecía que seguiríamos en picada, que íbamos rumbo al precipicio. Llegó 2014 y 2015, y el panorama comenzó a cambiar. Mejoraron los indicadores tanto en homicidios dolosos como en la extorsión. En estos dos años el Gobierno del Estado robusteció las acciones de combate a la inseguridad, lo cual dio el giro esperanzador. El Grupo de Armas y Tácticas Especiales en este año se fortaleció con un crecimiento, desde su creación a esa fecha, de más del 300%, además con más de 200 elementos de la policía metropolitana. Por cierto, no solo creció el número de elementos, sino también los sueldos, un factor clave para mantener esa lealtad tan cuestionada de quienes arriesgan su vida para defender a una entidad.
Para 2016 la tasa de homicidios dolosos tenía una disminución impresionante. El combate a la delincuencia organizada avanzaba día a día y la coordinación entre los distintos niveles de gobierno se fortalecía. El respaldo del Ejército Mexicano ha sido invaluable y el entendimiento del estado de saber que se necesitaba una coordinación fundamental con ellos. Comenzaba la creación de cuarteles militares en puntos clave del territorio coahuilense.
Otro dato clave y que no se puede quedar fuera del análisis es la creación del Mando Único que logra respaldar a los municipios que, sin esa acción, seguirían siendo la autoridad más vulnerable ¿Qué puede hacer un municipio con dos patrullas deterioradas y 10 elementos con poca o nula preparación? Así estaban las cosas antes de la llegada del mando único, que ahora da soporte y apoyo a las entidades municipales.
En el actual sexenio la seguridad pública es considerada como objetivo central y primordial del Gobernador del Estado, lo que muchos reconocen como un estado blindado. Las tareas para mantener seguros a los coahuilenses no dan marcha atrás, así como grupos externos no dan tregua y constantemente intentan entrar a Coahuila.
Durante su primer informe de gobierno en el congreso local, el actual gobernador fue informado de un grupo armado que intentó ingresar por las brechas a territorio coahuilense al municipio de Villa Unión. Se estima que eran más de 80 delincuentes armados, los cuales fueron repelidos por las fuerzas estatales. El saldo fue de 25 personas fallecidas, 19 miembros del grupo criminal, así como cuatro policías y dos civiles, según el fiscal general del estado.
El 25 de octubre de 2022, el Gobernador informó de un nuevo intento de civiles armados por ingresar a Villa Unión. Ahí resaltó que una vez más fueron rechazados por las fuerzas de seguridad, como los elementos de la Policía Estatal de Reacción, la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano que pusieron en marcha un operativo de persecución para dar con los delincuentes.
Durante el 2022, se tuvo conocimiento de por lo menos seis enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y civiles armados que fueron heridos y abatidos. Hidalgo, Piedras Negras, Guerrero y Villa Unión, han sido los municipios donde la delincuencia organizada ha intentado introducirse sin éxito.
Los acontecimientos violentos nos demuestran que la seguridad no se logra con abrazos y apapachos. La segunda semana de marzo del 2022, tres policías heridos dejó como saldo el enfrentamiento de la Secretaría de Seguridad Pública de Coahuila contra civiles armados en la carretera Hidalgo-Piedras Negras. Nuevamente un grupo armado intentaba abrirse camino por Coahuila, teniendo que regresar por donde vinieron.
La región sureste no está a salvo de ataques. A principios de febrero del presente año se registró un enfrentamiento en la carretera federal a Zacatecas por la altura del ejido Rocamontes. La policía coahuilense repelió el ataque armado en esos límites con Zacatecas, un grupo de hombres armados instalaron un “retén” en los límites de esas entidades, haciendo que las fuerzas estatales no se quedarán de brazos cruzados.
La tarea de la seguridad pública es diaria. Sin descanso, y aunque parezca trillado, con hombres que ponen en riesgo su vida por la paz y tranquilidad de los demás. La gente que todos los días se levanta en nuestro estado para producir y lograr el desarrollo de sus familias no tiene temor porque sabe que ante cualquier intento de cometer un delito será respaldado en su defensa por la fuerza policiaca de su estado.
Un pueblo seguro no es aquel donde jamás se cometen delitos, eso sería una utopía. Un pueblo seguro es donde su autoridad responderá, con toda su fuerza, ante la comisión de un delito en contra de sus ciudadanos, como ocurre en Coahuila.
La delincuencia se combate con prevención, inteligencia y fuerza, sobre todo, fuerza y para eso en Coahuila se cuenta con corporaciones policiacas profesionales que han logrado contener cualquier intento de vulnerar la estabilidad y seguridad de sus hermanos coahuilenses y han combatido con denuedo todos y cada uno de los delitos que se comenten contra la ciudadanía de nuestro estado.
Esa fuerza policiaca tiene rostro, sus elementos tienen nombre y apellido. Tienen familias a las que aman y saben que en cada acción arriesgan sus vidas y por lo tanto arriesgan el futuro de los suyos. Han intentado vulnerar a Coahuila, pero no lo han logrado. Por eso cuando alguna persona busca cuestionar la integridad de nuestras fuerzas policiacas, cuestiona además la integridad de todos los coahuilenses a costa de intereses personales, a quienes les han costado sangre y vidas para lograr la tranquilidad de que hoy disfrutamos.
Solo por la mezquindad de quien no le ha costado lo logrado se podría entender que alguien cuestione a quienes todos los días se levantan a cuidar la vida de los coahuilenses sin saber si conservarán la suya.
Coahuila es mucho más que intereses personales o de grupo, Coahuila es nuestro hogar, Coahuila es trabajo, progreso, desarrollo. Coahuila es su historia patria y la historia de sus héroes que ayer, como hoy luchan por la estabilidad y seguridad de nuestros hijos ¡Coahuila está y estará de pie!
Coahuila conservará lo que ha logrado con el respaldo de su gente. Coahuila seguirá segura y para seguir segura contará con sus fuerzas policiacas; con los elementos de la Policía de Acción y Reacción, con la Policía Especializada, la Policía Procesal y la Policía de Proximidad a la vanguardia. Contará con su Policía Investigadora para seguir dando la batalla. Coahuila contará con sus Mandos Policiacos que meten el pecho por delante.
No olvidemos que esos oficiales de policía son los héroes anónimos que arriesgan sus vidas todos los días para proteger a nuestra sociedad y merecen nuestro agradecimiento y reconocimiento.
¡Coahuila seguirá siendo Grande!