Con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas, las duchas refrescantes se convierten en una parte esencial de nuestra rutina diaria. A veces, incluso nos duchamos más de una vez al día, ya sea después de una sesión de ejercicio o tras un día en la playa. Sin embargo, este hábito tan cotidiano plantea una pregunta común: ¿es necesario usar una esponja para aplicar el gel de baño y frotarlo en la piel?
La respuesta es no. Para mantener la integridad del manto epicutáneo, esa capa protectora natural de la piel que está compuesta por sustancias que protegen nuestra barrera cutánea y mantienen una microbiota saludable, es mejor evitar el uso de esponjas. Durante el verano, después de tantos baños en agua salada o clorada, es especialmente importante cuidar esta capa.
Aquí tienes dos consejos para el cuidado de la piel durante las duchas frecuentes:
- Usa un limpiador suave, conocido como “syndet”, que respeta el pH fisiológico de la piel, tiene menos detergencia y un menor potencial de irritación.
- Evita el uso de esponjas, guantes de crin o manoplas. No son necesarios para una limpieza efectiva y pueden ser demasiado agresivos, especialmente en áreas sensibles como la zona genital. Es mejor limpiarse con las manos y de manera suave para proteger tu piel.