Si usted me ha leído con frecuencia en los diversos espacios periodísticos donde reciben mi letra, vengo explorando desde hace años a la fecha eso llamado mal, la maldad, la violencia extrema la cual ha tomado como residencia este México siempre convulso y ensimismado en sí mismo. ¿La violencia está genéticamente determinada, la violencia es inherente al ser humano; por qué en México tanta brutalidad. ¿La violencia viene de nuestra parte animal, la violencia es o puede ser hereditaria?
Las anteriores preguntas se las hizo un antropólogo ibérico nacionalizado mexicano, Santiago Genovés, quien publicó un libro al respecto “Expedición a la violencia.” Hoy injustamente olvidado, pero vaya, la inmediatez le gana a la profundidad. No hay asideros ni clavos ardientes hoy en día: todo es mutable y líquido.
Libro que luego se volvió una serie de reportajes y programas para televisa en la década de los noventa, pero que todavía en 2002 y 2003 estuvieron al aire por su vigencia. En su libro el doctor Genovés dice: la violencia “que nos interesa, la generalizada e institucionalizada, comienza paradójicamente con la revolución agrícola, la gran revolución del hombre… así por motivos que tienen que ver con la orografía, la tenacidad, la inteligencia, la lluvia y la fertilidad del suelo, entre muchas otras razones… de esta manera surgen las ciudades, los grandes imperios, las grandes religiones, y los grandes ejércitos y contraejércitos… por matar a la gente te dan medallas, mientras que en la paz te llevan a la silla eléctrica…”
En aquel entonces y para explorar el origen de la violencia en el mundo, el doctor Genovés se reunió con 14 personas de diversas partes del orbe y con diversas especialidades: neurólogos, fisiólogos, sociólogos, antropólogos, psicólogos, psiquiatras, historiadores. El resultado fue un texto, la “Primera declaración sobre la violencia.”, la cual fue adoptada luego por la UNESCO y por diversas asociaciones de científicos alrededor del mundo entero.
El anterior liminar viene a cuento por lo siguiente: ¿Por qué en México esta violencia está llegando a grados impensables de brutalidad, barbarie y animalidad, imposibles de frenar? De hecho y al parecer, es la única manera posible de hacer una, digamos especie de comparación: la violencia en México (de los llamados seres humanos), reflejan la pérdida absoluta de control racional y mental y se abandonan a los instintos, más primarios o bien, digámoslo a su naturaleza: seguir los instintos, nada más. Instintos de muerte y sadismo. ¿Cerdos, hienas, bestias, leones, serpientes, cuervos, aves carroñeras…? El animal mata por instinto, el humano en México hoy mata por placer.
En corto:
#El martes 24 de junio y en el marco de una fiesta patronal en una Iglesia católica en Irapuato, Guanajuato (¿Miedo a la ex comunión? Ja), fueron masacrados 12 seres humanos. Lo anterior se enmarca en la lucha feroz entre dos grupos criminales, CJNG y Santa Rosa de Lima, en medio, la carne de cañón: los seres humanos indefensos.
#En Veracruz (27 de junio) dejaron restos humanos en una camioneta a la vera del camino. Los restos estaban en bolsas negras. Pero, tiradas como basura en la calle, estaban 3 cabezas cercenadas…
# ¿Recuerda usted el sonado caso del grupo de música “Fugitivo”, los cuales fueron desaparecidos y luego se supo, ¿fueron asesinados en Tamaulipas el pasado 25 de mayo? Hoy y de acuerdo con las investigaciones, luego de asesinarlos, los incineraron en una ladrillera. La destrucción total, el exterminio, la nada…#Horror sanitario: hallan alrededor de 100 cadáveres apilados en un crematorio de Chihuahua. (28 de junio) En Zapopan, Jalisco, más pánico que a nadie espanta: en una mega-fosa, se encontraron al menos 34 personas. Bueno, partes de ellos. Hay 169 bolsas con restos humanos. De este tamaño es el infierno diario.





