Esta de moda hablar de los aranceles. Es la platica en el supermercado o en la banqueta de la colonia entre señoras, señalando que el esposo o el hijo tiene miedo del empleo ante los embates de Trump hacia México.
En primera, lo que no ven es que el presidente norteamericano trae un rencor y ataque contra medio mundo. No es México en sí, es todo un sistema que desafía.
En lo particular, de los estados del noreste del país, son Baja California, Tamaulipas y Coahuila los tres estados que más inversión norteamericana reciben. La tierra de Carranza y Madero, en lo particular lo recibe en su mayoría de la industria automotriz.
Más en especifico la región sureste -Arteaga, Ramos Arizpe y Saltillo- serían quienes pudieran sufrir o resentir este ataque. La región laguna, teniendo a Torreón como cabeza, también pudiera tener efectos negativos.
México no ha despertado un sentimiento nacionalista como Canadá. El país de la hoja de maple en respuesta ha etiquetado los productos nacionales para que la población los elija sobre los extranjeros, en especial sobre los del Tío Sam.
Sólo hay 11 entidades (de 32) en las que las inversiones estadounidenses representan menos del 25% del total. Para que se den una idea de lo ligados que estamos a la economía de nuestros vecinos del norte.
Si bien Coahuila en los últimos años ha tenido inversión extranjera de Asia y Europa, estamos lejos de la relacionada con Norteamérica.
Por cierto, déjeme contarle que quienes tienen como negocio la compra de mercancía americana para venderla en México también sufrirán o ya sufren las consecuencias de la inflación de precios.
Otro de los cuestionamientos que no se han hecho, es el de dónde están los empresarios mexicanos. No han aparecido, son los primeros que no quieren invertir en tierra azteca, en su país.
El tema de los productos chinos -que en su mayoría son de baja calidad- son un verdadero problema para la economía. Ahí el gobierno mexicano debe poner principal atención.
Vaya, esta es una historia con mucho más por contar. ¡A darle que se ocupa!
EL REMATE
Vienen las vacaciones de semana santa. Buen momento para emprender. Les dejó en este breve espacio algunos consejos.
De entrada, hay que estar acorde al área geográfica donde vivimos. Si es la playa, no dude que los vacacionistas olvidarán sus trajes de baño, querrán ese platillo de mar a un precio bajo y con sabor casero.
Si vive en el desierto, esas aguas frescas y los llamados hielitos o yukis son una buena idea de ganar dinero.
Por cierto. Lo primordial es que no tenga vergüenza para vender.