Me preparaba ese rico café mañanero, del que me quiero alejar, pero la lectura matutina es más descafeinada sin él.
Para quienes tienen el gusto de convivir con un servidor, saben que leer los diarios nacionales El Economista y El Financiero es un habito de muchos años atrás.
En ambos diarios, con diferencia de días me llamó la atención uno de tantos temas. Lo fuera de alcance el costo de las viviendas para la población.
La lectura refería a la Ciudad de México, la urbe de mayor población de nuestro país. Pero, que es un caso similar -guardando las proporciones- en las ciudades importantes del territorio mexicano.
El café se me hacía más amargo al comparar precios de la vivienda de hace diez años atrás. El costo de construcción contando materiales y mano de obra creció, pero no ha crecido en gran medida el salario. Crece el costo por las nubes del valor de la tierra en ciudades como Guadalajara, Monterrey, Saltillo y ni se digan aquellas que cuentan con playa.
El costo o valor de la tierra es la primera ruta para el encarecimiento de una vivienda. Sobre todo, de una vivienda digna.
En el caso de la capital coahuilense, hace más de 20 años se tuvo el proyecto de condominios en el sector llamado Herradura. Proyectos de minidepartamentos de 6 metros por 6 metros, en edificios que acumulaban 12 de este tipo de departamentos.
Sus dueños originales en su mayoría se fueron por ser estructuras poco funcionales. Hoy en día es un sector conflictivo de la ciudad, con espacios abandonados y otros utilizados como asentamientos de consumo de narcóticos.
Para quienes tienen un promedio de sueldo arriba de los 25 mil mensuales, pueden conseguir espacios mejor ubicados, pero a un sobre precio.
Ciudades que cuentan con condiciones menos favorables a la llegada de capitales de inversión pueden darse el lujo de tener vivienda a menor precio, pero con poca población con la capacidad económica para adquirirla, por lo que los desarrolladores escasean.
La brecha entre los precios de las viviendas y la capacidad de pago se abre cada vez más.
Agregue que los decisiones del país vecino del norte esta ocasionando el incremento de materiales como el acero y el cemento.
EL REMATE
La especulación en la vivienda se refiere a la práctica de adquirir propiedades o terrenos con la finalidad de obtener ganancias a través de la venta o alquiler a precios más altos en el futuro. Esta práctica puede contribuir al aumento de precios, limitando el acceso a la vivienda asequible y generando otros problemas.
Por cierto, si usted quiere tener una buena platica de especulación de la vivienda, el indicado es el columnista y periodista, Israel Reyes.