Paternidad

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Por: JJ.

¿Los retos de la paternidad en estos tiempos modernos son enormes, empezando con los económicos, si tienes menores de 5 años sabrás que el tema de la leche y pañales son algo pesado, constante e ineludible, la ropa, alguien sabe porque la ropa de los bebés es tan cara? ¡Son prendas diminutas! ¿Tienes hijas? Es peor aún todavía, que los aretes, que debe traer algo de oro, que el brochesito aunque todavía esté medio pelona, que si las calcetitas de olán, que los zapatos coquetos aunque nomas sean pa la foto. Pedacitos de carne que lo embriagan a uno con ese olor único de bebés, se disfruta tanto esa etapa en la que no pueden hacer nada más que aceptar nuestro amor, besos y abrazos, en los que uno no recibe nada, y eso es un reto también, porque ese ser, es pura necesidad sin que te otorgue nada a cambio, solo pide y pide y pide, indefenso, tiene tres velocidades solamente, comer, dormir y llorar, las risas si las provocas son algo extra, pero divino, quien no se ha enamorado de las carcajadas que les provocas soplándoles en la barriguita?

La paternidad es algo que vas a disfrutar siempre de manera parcial, las obligaciones como proveedor, cuando la ejerces de manera eficaz y eficiente así te condenan, no importa el trabajo o profesión que se realice, siempre va a quitarte tiempo para disfrutar de tus cachorros, 12 horas de lunes a sábado y a veces con tiempo extra, o 8 horas en una oficina, incluso todo el día con el celular en la mano y en la casa, son distractores en la atención de tus hijos.

Pero pasa el tiempo, sus primeros pasos, te toca darle sus primeras comidas, ver que se van al kínder y a la primaria, pero, también algo más importante, empiezas a disfrutar la reciprocidad de las inversiones emocionales que hiciste, escuchas los primeros “te amo Papá”,  y eso te esclaviza otros 50 años, sientes sus manitas acariciándote el rostro, y ahí síguele echándole años a la condena, te abrazan, te lloran cuando te vas a trabajar, y eso solo te motiva a querer darles, como la canción que mi Padre me cantaba, un distinto mañana, esa es la obligación como Papá, que tengan una vida mejor que la tuya, hacerlos que aspiren a más. Siempre a más. 

Llega la secundaria y las cosas cambian, los retos aumentan, las dudas son diferentes, se empiezan a cuestionar todo, las relaciones con sus compañeros se vuelven distintas, todo se te hace pequeño para tu cigotito, y a la vez te espanta saber que vivimos en un mundo lleno de maldad y de gente loca, todas tus alarmas están siempre encendidas y aunque te tachen de exagerado, estas siempre presto a escuchar para poner atención a esas señales que te dan punzadas en el estómago, igual que las demás etapas esta pasa rápido. 

De repente te conviertes en una cartera con llantas, sus compromisos sociales así lo requieren, y aunque los te amos, los abrazos y las muestras de cariño conforme se hacen adolescentes disminuyen, sabes que es igual o más de importante en esta etapa estar presente, su autoestima así lo requiere, la seguridad de tener a Papá Oso al pendiente, el que sus amistades vean que hay quien lleve, traiga, apoye y resuelva es algo bueno para su alma.

Pero también el nivel de intercambio de información sube, cuando están a punto de entrar al nivel profesional, se interesan más por lo que eres, y a lo que te dedicas y se dan cuenta que aún puedes hacer mucho más, y que tienen muchas más cosas que compartir juntos. 

Hoy que esa minoría de inadaptados sociales quiere arrebatarte todo esto, y pedirte que no seas un hombre cuidando a su familia, que quiere que permitas que un trastornado mental entre al baño de mujeres, hoy que quieren permitir que los menores decidan su sexualidad, son retos a diario que debes sortear, el feminismo busca que el papel del hombre sea reducido a la nada, que el hombre se aparte de todo rol en la sociedad sin saber que es imposible sustituirlo, hasta que se necesita un hombre para hacer el trabajo que solo un hombre puede hacer.

No estamos solos Caballeros, sabemos que debemos hacer, aunque el reconocimiento venga normalmente de nosotros mismos nada más. Sigamos haciendo lo correcto, recordémosle a la sociedad que está no es una lucha de hombres contra mujeres, sino de buenos contra malos, sin importar el género. 

Que abunde lo mejor. JJ.

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