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En México tienes acceso a los servicios de seguridad social públicos a través del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE). El primero en mención alberga más de 22 millones afiliados, mientras el segundo 13 millones y medio de derechohabientes.
El país es habitado por casi 128 millones de personas. ¿Cómo reciben estas personas su atención medica? Con información del INEGI en un censo, se conoció que 4 de cada 10 consultas médicas en el país son en servicios privados. Muchos de ellos, a pesar de contar con los servicios de seguridad social ya mencionados.
Pero ¿cuánto cuesta el sector privado de salud? Aquí unos ejemplos. Un análisis de sangre le puede costar desde los 800 pesos a los mil 500 de acuerdo a lo especializado. Una tomografía alrededor de los 4 mil pesos. La hospitalización diaria solo en observación varía desde los 5 mil pesos hasta los 35 mil pesos promedio de acuerdo a la categoría del hospital privado.
Una consulta en las farmacias de bajo costo ronda en promedio en los 50 pesos; donde el costo oculto viene a la hora de surtir la receta. La consulta promedio en consultorios privados haciende entre los mil y dos mil pesos. Recurrir al sector privado, a veces no es por falta de seguridad social pública, sino por la baja confiabilidad en dicho segmento. Programación de consultas en un tiempo desesperante para el derechohabiente, así como la tardía programación en operaciones necesarias.
Para observar y comprobar la falta de orden en las clínicas del sector salud público, basta con ir una mañana o al mediodía a una de ellas y ver la infinidad de quejas por el servicio deficiente. Agregando, que en este país el servicio es de lunes a viernes. Así que, si usted se enferma un viernes por la tarde, espere tres días para poder ir a solicitar una consulta.
Una solución a la economía para casos extremos como hospitalizaciones costosas, es la contracción de los famosos seguros de gastos médicos mayores. Sus costos varían de acuerdo a la edad, sexo y salud personal al momento de su contratación. El promedio es desde los mil 500 mensuales a los 4 mil 500 de acuerdo a los diferentes factores antes mencionados y a los diversos planes de cobertura que existen. En una recomendación del autor de esta columna, vale la pena tener uno.
El remate
Hablemos de las ventas y desventajas de la contratación de un seguro de gastos médicos mayores. En las ventajas encontramos que las largas filas o las listas de espera serán cosa del pasado, pues los servicios se adaptarán a nosotros y no viceversa, puedes elegir al médico que deseemos que nos atienda de entre una lista elegida previamente por los hospitales o la compañía aseguradora; así como el sistema de pago se adapta a nuestro ritmo.
Dentro de las principales desventajas tenemos que generalmente no cubren preexistencias o enfermedades crónicas, aunque eso dependerá del plan que contratemos. Por último, un seguro requiere una inversión importante, así que vale la pena leer todas las letras chiquitas para tener claridad de los que nos cubre y lo que no.
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