El camino de Marcelo 

0
306

Cuando el camino hasta cierto punto parecía pavimentado para conducirlo para Claudia Sheinbaum, vuelve aparecer Marcelo Ebrard, para a través del Tribunal Electoral, del Poder Judicial de la Federación, solicitar la nulidad y reposición del proceso que realizó Morena rumbo al 2024.

Ebrard no es hueso fácil de tirar. No es un desechable que se le puede decir de manera práctica coordinaras a los senadores. Su nivel político, su ego de carrera que ha construido, no es el de me vendo lo mejor posible para agarrar la mejor segunda opción. 

Sus acciones demuestran lo dicho en el párrafo anterior. Pudiera pasar el siguiente sexenio de manera tranquila, operando en su partido político y acomodando a su círculo cercano. Pero tanto ellos, como él, ven la silla del águila, no la del senado.

El aún aspirante a la coordinación en Defensa de la Cuarta Transformación –por algo impugno el proceso- Marcelo Ebrard, creó su movimiento interno en Morena, el cual ha sido respaldado por algunos diputados federales de la bancada guinda.

Sí, a Claudia la respaldaron los demás ex aspirantes y gobernadores de su partido, por temor a las represalias del presidente. Porque todo estaba pactado que en este juego que era de dos, más pesos pesados estiraran la cuerda hacia un lado en particular.

Pero, Marcelo no va en su propio movimiento solo. más de 40 diputados morenistas se reunieron en un evento a favor del ex titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), quien extendió una invitación a los que lo han respaldado al propósito de su desacuerdo interno dentro del partido guinda, al que denunció por irregularidades.

La amistad con el presidente está rota. Aunque ninguno de los dos lo ha dicho ante los micrófonos, lo hecho por el también ex jefe de gobierno de la Ciudad de México, rompe con lo planeado del mandatario nacional.

El discurso de en este partido –Morena- todas las expresiones se valen, tiran por la borda la gestión encomendada a Mario Delgado, de realizar un proceso interno sin heridos. El proceso fracaso. La fuerza política de la 4T dista de estar rota y en peligro eminente, pero si los deja golpeados, mostrando debilidades y lo peor aún, el camino que la oposición puede aprovechar a su favor.

El primer camino que quiere tomar Marcelo Ebrard es ser candidato por su partido. Lo intenta una y otra vez de diferentes maneras. Cada vez distanciándose más del todo poderoso y único omnipotente de entregar el famoso “Bastón de Mando”.

Y el ex canciller de tonto nada tiene. Hoy por hoy, a nivel nacional Morena es la primera fuerza política, con los niveles de aceptación y estructura para poder ganar la presidencia de la república. Ser candidato presidencial por Morena, le representa ventaja en el proceso electoral. Serlo por otro partido, no es imposible, pero es hacerlo cuesta abajo.

La ruta de otro partido sin duda favorecería más a Claudia Sheinbaum. Algo que no es lejano, pero, habría que ver si Marcelo quiere hacerle el caldo gordo a quien, hasta ahora, es su adversaria principal.

La alianza –PRI, PAN y PRD- en la teoría ya tienen una candidata en el nombre de Xóchitl Gálvez. Y aunque la posibilidad de encabezar esta alianza luce lejos por lo ya mencionado, vivimos en México, que es un país que hasta lo imposible se hace posible.

La muy lejana posibilidad de encabezar esta alianza por parte de Ebrard, partiría en mil pedazos la credibilidad que quedo sobre todo del PRI y del PAN, y dejaría abierta una herida para el movimiento feminista más allá de si apoyan a Xóchitl o no.

Otra posibilidad, también lejana, sería que por romper con su partido se sume a la campaña de la alianza. Llevándose con él a su equipo operativo, y legisladores que están el ojo del huracán por haber desobedecido las indicaciones de Mario Delgado.

La idea de que vaya por Movimiento Ciudadano, solo dejaría demostrado la vendetta entre Dante Delgado, líder nacional de los naranjas, y López Obrador; quien sería el más beneficiado para dividir el voto de la alianza que pese a todo pronóstico creció en sus números.

Irse por el PT y Verde Ecologista, ni de pensarse. Estas fuerzas políticas vendieron su amor a la 4T. En la ecuación no figura dicha opción. Irse como independiente, ya no lo dan los tiempos, por lo que legalmente queda imposibilitada dicha vía. 

Otro camino, una vez que muy probablemente se deseche en su contra la opción de la reposición del proceso, es que repita la historia del presidente. En aquella ocasión AMLO rompió con el PRD, el partido que era representaba la izquierda en México. Ahora, Marcelo Ebrard, tomaría esta opción no pensando en este 2024, pero si con un movimiento propio rumbo a otros procesos electorales, y ya con una muy probable disminución de la fuerza propia de López Obrador.

Estos son los caminos que pudiera tomar Ebrard. No todos ellos conducen a Roma, pero son una posibilidad en el juego de ajedrez.

Lo cierto, es que al momento Morena esta agrietado. No por nada, el ex canciller ha solicitado que no se amenace a legisladores y políticos que apoyan su movimiento. Marcelo no peca de ingenuo, sabe que lo harán, pero debe mantener el perfil ante la ciudadanía de que actúa con cautela.

De irse de Morena –una posibilidad muy latente- debe hacerlo como víctima, no como el que ofendió al movimiento.

Al revisar declaraciones de la figura en mención, se ven las posibles rutas. Marcelo Ebrard sigue asegurando que estará en la boleta para las elecciones presidenciales de 2024, pero al mismo tiempo declara que en su partido ya no hay espacio, y que sus convicciones, así como el respaldo de grupos hacen ser leal a lo que representa.

Delgado, líder nacional morenista defiende a capa y espada las encuestas. Su defensa se basa en la historia que han logrado con dicho método, olvidándose que en Coahuila fracasaron.

De todo ello Marcelo Ebrard ha aprendido. Él representa en este momento la balanza hacia un lado o el otro. Es el fuego y el agua al mismo tiempo.

Marcelo Ebrard cuenta con 350 mil seguidores y 4.1 millones de “me gusta” en su perfil de TikTok. Es una estrella de las redes sociales. Su equipo ha hecho un buen trabajo junto a él. Esto no es una garantía para ganar una elección, pero te habla de la fuerza de Marcelo en una red social predominada por jóvenes, un sector social apático a lo que pasa en el país.

Su narrativa es importante. Sin duda mucho mejor que la de Claudia. Su problema es simple y el más importante. No logró convencer al presidente. Porque sin mencionarlo de forma directa, él mismo mencionó como dependencias federales y gobernadores operaban a favor de Sheinbaum.

Marcelo es un político formado en la vieja escuela, que supo adecuarse a los nuevos tiempos. Con experiencia como funcionario de distintos órdenes de gobierno, y siendo jefe de gobierno, sin menos problemas de los que tuvo su hoy adversaria.El camino de Marcelo Ebrard marcará en gran parte del destino de este país.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí