Seguramente al escuchar el famoso apodo «Ricky Riquín Canallín», nos viene a la mente el famoso y polémico debate presidencial del año 2018, donde el entonces candidato, Andrés Manuel López Obrador, de manera muy astuta puso dicho apodo a su contrincante del PAN, Ricardo Anaya Cortés, esto ante los intensos embates discursivos que el panista le dedicaba día y noche en dicho proceso electoral.
Quise arrancar con esta anécdota para explicar el origen de dicho apodo, sobre todo porque hoy en día existe otro Ricardo igual o más mentiroso, mucho más traidor, y en una de esas hasta más corrupto e ineficiente; y este personaje es nada más y nada menos que Ricardo Mejía Berdeja.
El autollamado «tigre», se define como un opositor al sistema estatal, aunque nació justo en el sistema; y llegó a ser diputado local por el PRI en 1994 y porque no le dieron lo que quería renunció al PRI tres años después.
Para mencionar brevemente su pasado político, y sobre todo para que no se dejen engañar por este sujeto, desde su paso por el PRI, este señor ha militado en el PRD, en MC, en coalición con el PAN -de hecho en 2018 cuando ganó la presidencia López Obrador, Mejía era candidato de la alianza que encabezaba Ricardo Anaya-, también estuvo en Morena y ahora en PT, en donde dice ser un líder.
Mejía Berdeja es el curioso personaje que se mudó a Acapulco, Guerrero hace algunos años, y personalmente creo que esto no tiene nada de malo; pero las temidas redes sociales no le perdonaron el video en donde señalaba en una entrevista local, que «él era de Acapulco por adopción», esto en el contexto de que en 2023 buscaba la candidatura a gobernador por Morena y tuvo que encontrar refugio en el PT.
Pero, ¿por qué quise arrancar con su pasado?, simplemente porque en estos momentos quiere imponer versiones falsas relacionadas a la seguridad estatal, y creo que en esta área no podemos permitirlo. Y si en lo personal y en lo político nos ha visto la cara, en el tema de seguridad no hay cabida para payasadas o versiones a modo que confundan y afecten nuestro entorno de paz.
Recuerdo en 2023, a casi 20 años de alejarse de Coahuila, pero con la bendición de ser el subsecretario de seguridad de López Obrador, se reapareció en nuestro estado y comenzó su narrativa de denostaciónhacia las Fuerzas Estatales y aunque no cumplió el objetivo, fue su bandera ante una falta de ideas claras sobre el rumbo de Coahuila.
Y en estos momentos, en donde el Estado y la Federación están dando golpes contundentes a la red nacional de «huachicol», reaparece Mejía Berdeja para criticar al Gobierno del Estado, aun cuando le ha valido contradecir a la presidenta, Claudia Sheinbaum, así como al secretario de seguridad nacional, Omar García Harfuch.
Y mucho ojo, ¿por qué creo que quiere revivir esta narrativa en contra de la seguridad en Coahuila?, pues muy fácil, porque en su lógica de ganar según él adeptos, busca un tema polémico únicamente para llamar la atención.
Pero respetuosamente creo que se equivoca, porque si algo ha unido a las y los coahuilenses son precisamente los resultados en materia de seguridad, ya que no fue nada sencillo consolidar el «Modelo Coahuila» y ser el estado fronterizo más seguro de México, el que menos homicidios dolosos tiene y en donde desaparecieron prácticamente los delitos de alto impacto.
Que si bien existen pendientes, es obvio, ya que en todo rincón del país existen retos y áreas de oportunidad, pero de ahí a decir que las cosas están mal, es algo delicado.
Lo reitero, hay que tener cuidado, porque creo que lo único que busca es posicionarse, a la par de que en sus redes acaba de invitar a sus seguidores «a sacar la garra por Coahuila, de hecho los invita a un movimiento”, e incluso habla de «sacar al PRI de Coahuila” y en donde a mi consideración se destapa para competir en el año 2029, seguramente por el PT.
En fin, creo que es válido tener aspiraciones, pero veo incorrecto hacerlo con falasias que afectan directamente a lo que nos ha costado años construir.
De sus resultados como subsecretario de seguridad luego hablamos, pero sencillamente en temas de «huachicol», les puedo afirmar con datos, que la presidenta Sheinbaum en 9 meses ha incautado 69 millones de litros de hidrocarburos, un 50% más que lo decomisado en todo el periodo de López Obrador, en donde Mejía era el subsecretario de seguridad y con presencia permanente en la «mañanera».
Sencillamente Ricardo Mejía o era muy malo en su trabajo o volteaba para otro lado.
