Pese a la comodidad que podrían tener en un refugio o en la Casa del Migrante de Ciudad Juárez, un grupo, integrado principalmente por ciudadanos de Venezuela y Colombia, prefiere esperar a que llegue la madrugada para cruzar y acercarse a la valla que divide a México y Estados Unidos.
Entre los viajeros forzados está Renny Luzardo, originario del estado de Zulia, en Venezuela, a quien la pobreza en su país, provocada por el régimen político y la delincuencia, lo tiene ahora a la intemperie a unos metros del río Bravo.
En Venezuela era trabajador en cadena de restaurantes, especializado en barman, mesonería y servicios de cocina; lamentablemente en Venezuela eso pasó a segundo plano, porque el gobierno acabó con todo lo que era la economía. Ya creo que en muchos países se han dado cuenta que el bolívar ya no cuenta en Venezuela, se trabaja con dólares porque el venezolano así buscó una manera de sobrevivir”, señala.
La distancia entre Zulia y Ciudad Juárez, si se cubre por vía aérea, es de aproximadamente 5 mil kilómetros, pero por tierra puede ser más. Ese recorrido lo inició Luzardo en junio del presente año, cuando decidió vender algunas propiedades para viajar a Estados Unidos, porque tampoco podía seguir pagando lo que le exigía la delincuencia, esa extorsión que en México se llama “derechos de piso”.
Allá se dice ‘vacuna’, te vacunan, al estar vacunado tienes que pagar una cuota, algunas veces más elevadas de las ganancias que te producía el negocio que tenías. Y si no lo hacías, lamentablemente, la delincuencia se encargaba de algún familiar suyo o personalmente de tu negocio y de ti”, explica.