En junio, el mercado laboral perdió 864,000 empleos, eliminando todo el avance logrado en el año y dejando el nivel de ocupación por debajo del observado en diciembre de 2023. La población ocupada se redujo a 58.9 millones de personas, desde los 59.1 millones de diciembre. Esta pérdida de empleo representa la contracción más alta desde noviembre de 2023, cuando se perdieron 1.2 millones de puestos.
El descenso en el empleo se atribuye a la desaceleración económica del 2024, que comenzó a finales del año pasado, y al fin de los contratos temporales asociados con las campañas electorales, según Janneth Quiroz de Monex. La tasa de desocupación subió a 2.8%, el nivel más alto desde enero de este año. Además, la Población No Económicamente Activa (PNEA) creció en 652,669 personas, indicando que muchos de los desempleados pasaron a la inactividad laboral.
La tasa de desempleo extendido aumentó de 9.9% a 10.2%, su nivel más alto desde enero. El 96% de los empleos perdidos fueron en el sector informal, mientras que el sector formal experimentó una contracción moderada de 33,471 empleos. La tasa de informalidad disminuyó ligeramente, a 53.8%, su nivel más bajo desde diciembre de 2023.
El sector industrial lideró las pérdidas con 541,961 empleos eliminados, principalmente en construcción. El sector servicios perdió 231,538 empleos, con las mayores caídas en restaurantes y servicios profesionales. La agricultura, pesca y ganadería redujeron 71,135 empleos.
El trabajo no remunerado fue el único grupo que mostró un incremento, con 12,778 nuevos puestos. Gabriela Siller de Banco Base sugiere que el deterioro del mercado laboral podría persistir debido a la desaceleración económica, mientras que Janneth Quiroz destaca la necesidad de aumentar el empleo formal para mantener un buen desempeño fiscal.