Las especulaciones en torno a la detención de Ismael El Mayo Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa, y Joaquín Guzmán López, hijo del narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán, han proliferado. Algunos creen que El Mayo fue traicionado por el hijo de su compadre y llevado a una aeronave bajo engaños, mientras que otros apuntan a un presunto secuestro. Sin embargo, la versión más intrigante es la que sugiere que su entrega a las autoridades se había estado gestando durante años.
El pasado jueves, Zambada, de 76 años, compareció en silla de ruedas ante un tribunal federal en El Paso, Texas, enfrentando múltiples cargos, entre ellos narcotráfico, blanqueo de dinero y conspiración para cometer asesinato. La audiencia se realizó bajo estrictas medidas de seguridad, con una atmósfera de tensión palpable.
Zambada, detenido junto a Joaquín Guzmán López, fue aprehendido al llegar en un avión privado al aeropuerto de Santa Teresa, Nuevo México. Este arresto ha generado expectativas sobre la información que podría proporcionar sobre la protección que el Cártel de Sinaloa ha recibido de políticos de alto rango en México.
La versión oficial señala que las autoridades mexicanas no participaron en la operación de arresto y que Estados Unidos no había planificado la captura. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, más detalles sugieren que la captura de El Mayo estuvo cuidadosamente planificada, dejando pistas de lo que está por venir.
En el juicio contra Joaquín El Chapo Guzmán, llevado a cabo en la Corte Federal del Distrito Este de Brooklyn, Nueva York, uno de los testimonios clave fue el de Vicente Zambada Niebla, conocido como El Vicentillo. Este testimonio reveló detalles impactantes sobre las operaciones del Cártel de Sinaloa y los sobornos extendidos a diversas instituciones en México.
Durante la audiencia del 3 de enero de 2019, la fiscal federal Amanda Liskamm interrogó a Zambada Niebla sobre la estructura del cártel y su relación con sus líderes. El Vicentillo explicó que su padre, Ismael El Mayo Zambada, tenía varios apodos, incluyendo El Mayo, Padrino, El Doctor, La Señora, y La Cocina, este último usado como código para llamadas telefónicas y por radio.
Según el periodista J. Jesús Esquivel, estas revelaciones fueron parte de la transcripción oficial del juicio y están documentadas en su libro. El Vicentillo detalló que el Cártel de Sinaloa pagaba sobornos a la policía municipal, estatal, militares, y otras autoridades, y que su padre también enviaba regalos cuando los cargamentos de drogas salían bien.
Zambada Niebla también admitió haber tenido comunicación indirecta con su padre a través de sus abogados desde que comenzó a cooperar con el gobierno de Estados Unidos. Aseguró haber proporcionado información detallada sobre las ubicaciones de propiedades y escondites de su padre, pero al ser cuestionado sobre por qué no había sido detenido a pesar de esta información, respondió: “Si no lo han detenido no es culpa mía”.
El Vicentillo también reveló que en 2012, mientras estaba en prisión en Chicago, fue llevado a una oficina para hablar por teléfono con El Mayo, una llamada facilitada por agentes de la DEA. Durante esa conversación, le comentó que El Chapo y él lo ayudarían para salir de prisión.
Estas revelaciones se vuelven más significativas cuando se considera que el 6 de junio la DEA informó que El Mayo estaba muy enfermo de diabetes. El periodista Esquivel cuestiona cómo obtuvieron ese diagnóstico si supuestamente no sabían dónde se encontraba Zambada.
Estas pistas, junto con las declaraciones de El Vicentillo, sugieren que la entrega de El Mayo Zambada pudo haber sido parte de un plan elaborado desde hace años.