El gobierno federal advirtió que imponer impuestos a las remesas enviadas por connacionales desde el extranjero iría en contra de los tratados internacionales en materia fiscal, especialmente el acuerdo de tributación entre México y Estados Unidos.
A través de un comunicado, la Secretaría de Hacienda explicó que los ingresos obtenidos por trabajadores mexicanos en el exterior ya están sujetos a impuestos en el país donde residen. Por tanto, cualquier intento por gravarlos nuevamente al ingresar a México sería considerado una doble tributación, lo cual está prohibido por los convenios vigentes.
Además, la dependencia subrayó que las remesas no se consideran una fuente de riqueza que deba ser gravada en territorio nacional, ya que no son generadas en México ni a través de actividades económicas dentro del país.
La posición del gobierno surge en respuesta a propuestas de actores políticos que han sugerido aplicar impuestos a estos recursos. Hacienda insistió en que esa medida no solo sería ilegal, sino que afectaría directamente a millones de familias que dependen de las remesas para su sustento.
Tan solo en 2023, México recibió más de 63 mil millones de dólares por este concepto, lo que convierte a las remesas en una de las principales fuentes de ingresos externos para el país.
