El gobierno español, liderado por Pedro Sánchez, calificó de “inaceptable” la exclusión del rey Felipe VI en la toma de posesión de la futura presidenta de México, Claudia Sheinbaum. Ninguna delegación oficial española asistirá al evento debido a la falta de invitación al monarca, quien suele estar presente en estas ceremonias como jefe de Estado. Tanto el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) como el Partido Popular (PP) se unieron en condenar esta decisión, mientras que sectores de izquierda y separatistas catalanes la celebraron.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, afirmó que España no puede aceptar la exclusión del rey y lamentó que la relación entre ambos países se vea afectada por esta situación. Por su parte, la coalición de izquierdas y algunos parlamentarios expresaron su apoyo a la decisión de México, considerando que la monarquía es un “anacronismo” y que el rey ha generado controversias en eventos internacionales anteriores.
Desde la derecha, Borja Sémper, del PP, exigió “respeto a España” y al rey, calificando la exclusión como un acto inaceptable.