En un pozo de agua ubicado en la colonia Industrial San Jorge, en León, Guanajuato, fueron hallados los restos humanos de al menos doce personas. Los cuerpos estaban envueltos en cobijas y embalados en bolsas.
La alerta sobre este pozo, utilizado para ocultar cadáveres, fue emitida a las autoridades el 11 de septiembre mediante una denuncia ciudadana en la calle Industrial Leonesa. Este aviso provocó una investigación y la movilización de diversas autoridades, incluidas las de Protección Civil y la Fiscalía Regional.
Un equipo de rescatistas de Protección Civil realizó un descenso al pozo, que tiene una profundidad de 25 metros, y durante dos semanas recuperaron los cuerpos, los cuales fueron encontrados en condiciones desgarradoras. Hasta el momento, no se ha determinado cuánto tiempo permanecieron en la fosa ni se ha logrado identificar a las víctimas. Los restos se encuentran en las instalaciones del Servicio Médico Forense de la capital del estado para su análisis e identificación.