El empleo femenino experimentó un significativo crecimiento en mayo, con medio millón de mujeres incorporándose al mercado laboral

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Durante este periodo, se observó un aumento notable en sectores clave como la industria manufacturera, los servicios profesionales, financieros y corporativos, el comercio, así como en restaurantes, bares y hoteles.

En detalle, entre abril y mayo de 2024, 517,356 mujeres se integraron a la población ocupada según datos de la ENOE (Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo) del Inegi. Esta tendencia contrarrestó la disminución de 511,206 plazas ocupadas por hombres en el mismo periodo, resultando en una creación neta de 6,150 empleos. A pesar de estos avances, las mujeres aún representan una minoría en la fuerza laboral total del país, con un 33% frente al 67% de hombres.

El crecimiento del empleo femenino se concentró principalmente en la industria manufacturera (271,505 nuevas plazas), servicios profesionales, financieros y corporativos (141,771), comercio (131,020), y sector de restaurantes, bares y hoteles (100,736). Por otro lado, el sector agropecuario y de explotación forestal experimentó una disminución significativa en su población ocupada femenina.

En términos de condiciones laborales, se observó una mejora en las remuneraciones para las mujeres, con un incremento notable en aquellas que ganan entre uno y dos salarios mínimos, así como entre dos y tres salarios mínimos. Sin embargo, sigue siendo predominante el número de mujeres en el grupo de menor remuneración, con el 47% percibiendo como máximo un salario mínimo mensual.

En cuanto al tipo de ocupación, el incremento en el empleo femenino se distribuyó de manera equitativa entre el sector informal y formal. Entre abril y mayo de 2024, 241,950 mujeres se sumaron al sector informal y 275,406 al formal.

A pesar de estos progresos, persisten desafíos significativos para alcanzar la igualdad de género en el ámbito laboral, como la brecha salarial que prevalece en varios sectores y se agudiza con el nivel de ocupación. La participación laboral femenina, aunque en aumento, sigue siendo sustancialmente inferior a la de los hombres, y los estigmas y roles tradicionales continúan limitando las oportunidades para las mujeres.

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