La gestión de salud durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha sido catalogada como desastrosa, con un impacto negativo en la atención médica. Según el exsecretario de Salud, José Narro Robles, un informe del INEGI revela que entre 2018 y 2023, las instituciones de salud pública brindaron 14.2 millones de atenciones menos, mientras que el sector privado incrementó sus servicios en 18.3 millones.
Narro subrayó que la falta de acceso a servicios de salud se disparó de 20.1 millones en 2018 a más de 50 millones en 2022, evidenciando un retroceso en la cobertura. La pandemia de COVID-19 exacerbó estos problemas, especialmente tras la eliminación del Seguro Popular y la implementación del Insabi.
El exfuncionario criticó la falta de preparación y la arrogancia de las autoridades ante la crisis sanitaria, resultando en aproximadamente 830 mil muertes adicionales entre 2020 y 2022. Narro concluyó que la gestión actual ha llevado a un deterioro en las instituciones de salud y a un aumento en la mortalidad, afectando así a la población en general.