Familias de Ciudad Juárez viven momentos de angustia tras descubrirse que 383 cuerpos fueron abandonados sin ser cremados por la empresa Plenitud. Muchos temen que las cenizas que recibieron no correspondan realmente a sus seres queridos.
La Fiscalía de Chihuahua ha solicitado a los familiares fotos de los rostros, descripción de la ropa con la que fueron velados y documentación oficial, como parte del proceso de identificación. A pesar de ello, muchos siguen sin confiar en las autoridades.
«Obviamente lo que nos dieron no es mi papá», declaró Ángel Valles, mientras que Héctor Hernández reconoció que sólo una prueba de ADN lo tranquilizaría. Ambos, como decenas más, enfrentan la incertidumbre de no saber si lo que recibieron fueron los restos reales de sus familiares.
El fiscal César Jáuregui confirmó que el dueño del crematorio, José Luis Arellano Cuarón, fue imputado por delitos relacionados con el respeto a los restos humanos y permanece en prisión preventiva. Su audiencia de vinculación a proceso está programada para el 4 de julio.
El caso ha generado indignación pública, al saberse que los cuerpos llevaban hasta tres años almacenados, algunos con tratamiento funerario, pero sin ningún protocolo, lo que ha dejado una estela de dolor e incredulidad entre las familias afectadas.