La mitigación de los choques derivados de la pandemia de Covid-19, de la guerra en Ucrania, así como una política monetaria sólida del Banco de México han contribuido a que, tanto la inflación general como la subyacente, mantengan una trayectoria descendente, por lo que se espera que la tasa objetivo converja al tres por ciento para el segundo trimestre de 2025, señaló la gobernadora del banco central, Victoria Rodríguez Ceja.
Con David Páramo, en Imagen Multicast, la funcionaria del Banco de México explicó que la decisión de la Junta de gobierno de mantener sin cambio su tasa de referencia en 11.25 por ciento por quinta vez, obedeció la evaluación del entorno económico como fue el ciclo de alzas de tasas en otros bancos centrales, así como las reducciones graduales en la inflación general y subyacente en economías avanzadas, que siguen en niveles elevados.
En cuanto a la inflación en México, la gobernadora señaló que el proceso de desinflación en nuestro país ha mostrado avances significativos desde su pico de 8.7 por ciento en la inflación general en agosto de 2022 a su nivel actual de 4.26 por ciento en octubre de 2023, lo que equivale a una reducción de más de 400 puntos base.
Agregó que en cuanto a la inflación subyacente, el indicador alcanzó su pico a finales de 2022 y en octubre de este año se ubica en 5.5 por ciento, lo que significa una reducción más gradual a la de la inflación general, pero que, dijo, ya es una disminución de 300 puntos base.
La inflación general ha alcanzado su pico en agosto de 2022, llegó a niveles no vistos en décadas hasta su nivel de 8.7 por ciento y ya para octubre de 2023, tiene un nivel de 4.26 por ciento, esto es una reducción de más de 400 puntos base”, agregó.
Rodríguez Ceja insistió que el Banco de México debe mantener un enfoque de cautela en materia de tasas y consideró que para alcanzar la convergencia ordenada y sostenida de la inflación hacia la meta de tres por ciento será indispensable mantenerla en su nivel actual por “cierto tiempo”.
Rodríguez Ceja señaló que el cambio de “un tiempo prolongado” a un “cierto tiempo” en la último anuncio de política monetaria de Banxico responde a un reconocimiento de que el proceso de desinflación se mantiene sólido, a pesar de que el panorama inflacionario sigue siendo complejo, y todavía no se acerca a la tasa objetivo de tres por ciento.