El gobernador electo de Puebla, Alejandro Armenta Mier, anunció su intención de implementar la “castración química” para personas condenadas por delitos sexuales en el estado. En sus palabras, esta medida busca actuar con firmeza “contra quienes violenten a mujeres y niños.” Aclaró que la propuesta no se refiere a un castigo físico directo, sino a un tratamiento químico para reducir la libido en los agresores.
Armenta recordó que había propuesto esta medida cuando fue senador, impulsado por las peticiones de madres de víctimas de abuso. Sin embargo, enfrentó críticas de defensores de derechos humanos que argumentaron que la medida podría violar los derechos de los delincuentes. “Es una dicotomía, pero yo estoy a favor de la castración sin machete”, puntualizó.
Responde a señalamientos de “marinismo”
En cuanto a las recientes designaciones de Rosa Isela Sánchez en la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) y de Víctor Sánchez Ruiz en el Sistema Anticorrupción, Armenta rechazó los señalamientos de “marinismo” por parte de sus críticos. Calificó de ofensivo que se etiquete a políticos poblanos, señalando que quienes ahora critican fueron en el pasado aliados del marinismo o del morenovallismo. “Cada persona tiene su propia historia; etiquetarlos es una falta de respeto”, expresó Armenta.
Desde su campaña, ha recibido cuestionamientos sobre su equipo de trabajo, en el que figuran antiguos funcionarios de la administración de Mario Marín Torres. En respuesta, Armenta afirmó que sus decisiones políticas son propias y que “se inca donde se inca el pueblo,” defendiendo su autonomía. Anunció también la incorporación de Humberto Aguilar Viveros, quien fue líder del Congreso local durante el gobierno de Marín, como secretario del Consejo Estatal de Seguridad.