En México, el 72% de las mujeres de entre 15 y 65 años que no tienen un empleo remunerado se enfocan principalmente en tareas de cuidado y trabajo doméstico. Esta cifra refleja una de las tasas más altas de América Latina, lo que evidencia la persistente desigualdad en la distribución de las responsabilidades del hogar.
A pesar de los avances en la inserción laboral de las mujeres, muchas siguen enfrentando barreras que las limitan al ámbito doméstico, ya sea por falta de oportunidades, condiciones laborales inadecuadas o roles de género tradicionales. Este panorama plantea desafíos urgentes para promover la equidad de género y la participación plena de las mujeres en el mercado laboral.