Un recorrido por la trayectoria de Gabriel Neaves, el talentoso actor coahuilense

0
16

Por: Rubén Duarte García.

En esta ocasión tenemos el honor de estar con un gran personaje, un actor de teatro que ha construido una carrera impresionante no solo en la capital del Estado de Coahuila, sino en todo México. Él es Gabriel Neaves, y hoy conversaremos sobre su origen, su familia y, por supuesto, sobre su pasión por el teatro

Gabriel, es un placer tenerte con nosotros en este foro Livery, el cual nos has abierto con tanto gusto. Cuéntanos, ¿de dónde eres originario y cómo llegaste a Saltillo?

Mis papás son de San Luis Potosí y Nueva Rosita, Coahuila, respectivamente. Yo nací y crecí aquí en Saltillo, Coahuila. Tengo 46 años y este año estoy celebrando mis 30 años como actor y director de teatro y ópera.

¡Increíble! ¿Y cómo fue tu niñez? ¿Dónde viviste cuando eras pequeño?

Siempre hemos vivido en el centro, en diferentes calles a lo largo de los años. Pasé una niñez muy activa, ayudaba en la tiendita de mi abuela y jugaba mucho en el patio. Siempre fui muy inquieto, desde pequeño me encantaba escuchar la radio y de ahí surgió mi interés por la actuación y la locución

¿Tuviste hermanos? ¿Cómo fue la relación con tu familia?

Sí, tengo una hermana llamada Zaira que es un año menor que yo. Mi papá era ingeniero civil y maestro de química, una persona muy inteligente. Mi mamá se dedicaba al hogar. Mi papá ya no está con nosotros, pero mi mamá, gracias a Dios, sigue aquí.

Cuéntanos, ¿cómo fue tu juventud y tu trayectoria académica?

Mi juventud fue bastante movida, era muy sociable. En la secundaria tuve una etapa algo peleonera, pero en la preparatoria fue donde descubrí mi pasión por el teatro, gracias a Eduardo Ramírez Barrientos y a la compañía “La Estufa” del maestro Jesús Valdez. Estudié Economía, aunque también me interesó la comunicación en algún momento. Finalmente, regresé a terminar la carrera de Economía, la cual me ha servido mucho en mi vida profesional.

Gabriel, ¿hubo algún momento o evento que haya marcado significativamente tu vida?

Sí, definitivamente. La pérdida de mi papá fue un evento muy fuerte, que con el tiempo me di cuenta de cuán importante fue para mí. También, el nacimiento de mi sobrina Julia Esmeralda ha sido un momento crucial en mi vida, la quiero como a una hija y ha tenido un gran impacto en mí.

Estabas hablando acerca de tu papá. Creo que en nuestra vida a veces no valoramos esos momentos importantes hasta que ya no están con nosotros. Esos momentos que pueden parecer insignificantes o pasajeros, en realidad son valiosos. A menudo vivimos tan ocupados que no apreciamos la presencia de nuestros padres. ¿Qué mensaje le darías a tu papá ahora?, que, aunque ya no está físicamente contigo, sigue presente en tu mente

Le diría que estamos bien, que muchas de las enseñanzas que me dejó siempre me han marcado. Algunas lecciones fueron difíciles, pero beneficiosas a largo plazo. Por ejemplo, nunca he aprendido a hacer cosas manuales como cambiar una llave de paso o reparar una tubería, y probablemente nunca lo haré. Sin embargo, me enseñó la importancia del ahorro, una lección que como economista he aplicado en mi vida personal y profesional.

Recuerdo que él solía acompañarme a mis funciones de teatro, especialmente cuando estaba en temporada en el teatro del Seguro Social, donde estuve actuando por 11 años. A menudo, veía su figura a lo lejos en la puerta del teatro y me emocionaba saber que me estaba apoyando. Después de la función, me esperaba en casa y me daba críticas constructivas. Creo que estaría contento de ver que estoy cumpliendo mis sueños.

Sabemos que tienes un vínculo muy fuerte con tu esposa, Alejandra Ugalde. ¿Cómo la conociste?

Conocí a Alejandra hace unos 15 años, gracias a Armando Quiñones, un maestro de teatro. Al principio, éramos amigos y platicábamos mucho. Con el tiempo, nuestra relación evolucionó y llevamos casados 14 años. Compartimos nuestra pasión por el teatro y nos apoyamos mutuamente en nuestras carreras. 

Gabriel platícanos ¿cómo iniciaste en esto del teatro?

Un día, mientras estábamos trabajando en equipo, un muy buen amigo, Eduardo Ramírez Barrientos me dijo: “Hagamos la tarea de inglés después de mi ensayo.” Yo le pregunté: “¿Ensayo de qué?” Y me respondió: “De teatro. Puedes venir conmigo al ensayo y hacemos la tarea ahí.”

Así que lo acompañé al ensayo, donde conocí al maestro Jesús Valdez, el director de la obra en la que participaba mi amigo. Jesús me vio y preguntó: “¿Quién es él?” Mi amigo respondió: “Es mi compañero de preparatoria.” Jesús me dio unas hojas y me pidió que leyera un fragmento. Al principio, no quería, pero mi amigo me animó, así que lo hice. Al terminar, Jesús me dijo: “Mañana te quiero aquí de nuevo.” Y así empezó todo.

Mi primer papel en el teatro fue un breve texto en una obra llamada “La Dama Boba”. Con el tiempo, aquella obra ganó una muestra regional y estatal de teatro. Recuerdo que un día, camino a Torreón para una presentación, Jesús me dijo que necesitaban un actor. Me probé el vestuario y me quedaba, así que tuve que aprender el papel de camino. Me ayudaban y apoyaban en todo momento.

A partir de ahí, mi trayectoria en el teatro continuó. Actué en muchas otras obras y, eventualmente, comencé a dirigir. Entre las obras que más recuerdo están “La Dama Boba” y “El Tejedor de Milagros”, donde tuve mi primer papel completo. También he dirigido obras como “Desconcierto a Cuatro Manos”, que hemos presentado 347 veces y que nos llevó al Festival Internacional Cervantino en 2021.

Este recorrido de 30 años en el teatro ha sido enriquecedor. He trabajado con figuras importantes del teatro en Saltillo como Juan Antonio Villarreal y Jesús Valdez. Algunas obras me han marcado profundamente, como “Las Vampiras Morales y sus amores criminales”, donde interpreté el papel de María Delfa, un personaje complejo y desafiante.

Actualmente, estoy preparando un monólogo titulado “Carter, la declaración”, basado en un texto de Howard Phillips Lovecraft. Trato de seguir fielmente la escritura original, lo cual ha sido un desafío, pero espero que el resultado sea positivo. 

¿Qué se necesita para considerarte un actor de teatro? Creo que se trata de sumergirte en los diálogos, en las intenciones detrás de cada palabra y en la esencia de lo que estás interpretando. 

Para ser un buen actor, primero debes conocerte a ti mismo a fondo, para luego poder dar vida a otros personajes de manera auténtica. Luis de Tavira menciona la idea de la ‘bifrontalidad’ donde el actor coexiste con el personaje, lo cual permite controlar tu cuerpo y mente para transformarte en alguien más en el escenario.

Respecto al teatro, los nervios y el miedo siempre estarán presentes, y enfrentar al público y meterse en tu personaje requiere valentía. En cuanto al impulso del teatro en Coahuila, más allá del apoyo gubernamental, la clave está en nuestra creatividad para impulsar proyectos de forma independiente y mostrar nuestro trabajo con calidad y entusiasmo. Celebrar 30 años en el escenario es un logro impresionante, lleno de aprendizajes y gratitud hacia el arte teatral y hacia la vida misma.

Gabriel, ¿a quién dedicas tu carrera, a quien le puedes enviar un mensaje?

Agradezco a todos los que han sido parte de este viaje, desde el público hasta mis compañeros de trabajo. Agradezco a mi familia, quienes comprenden mi pasión por el teatro. Celebro estos 30 años con alegría y con un nuevo proyecto llamado ‘Carter, la declaración de Harrys Lovecraft’. Invito a todos a unirse a este recorrido teatral. Gracias por formar parte de esta hermosa travesía juntos.”

Gracias por compartir con nosotros, Gabriel. Es un honor aprender más sobre tu vida y carrera. ¿Algo más que te gustaría agregar?

Solo agradecerles a todos por su tiempo y por este espacio para compartir un poco de mi historia. ¡Espero verlos en el teatro pronto!

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí