Tortas Popeye, toda una tradición en Saltillo

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A los conductores de Nuevo Día, programa de revista de Canal 3 Comunicación Integral, les encanta andar de paseo por la ciudad de Saltillo. En esta ocasión, Beto Peña tuvo la oportunidad de platicar con Doña Coco, viuda de Don Chuy Guerrero, fundador de Tortas Popeye, lugar de tradición en la capital coahuilense, acompáñanos a conocer “La esquina del sabor”.

Doña Coco dijo sentirse muy agradecida con el equipo de Comunicación Integral por realizar esta entrevista y mencionó que no revelaría los “secretos” que envuelven a Tortas Popeye, mientras que su hijo Mayor Jesús Guerrero también se mostró contento de poder hablar sobre el legado que dejó su padre. 

Platíquenos, ¿cómo surgen las Tortas Popeye?

En la calle de Juárez, teníamos una churrería que se llamaba la Chucherría Saltillo, entonces estaba grande, había mucho movimiento con los churros, además mucha botana que hacía Don Chuy, entonces, se casa mi hijo y se la dejamos a él y a Don Chuy le venden de oportunidad este puestecito (actual carro de Tortas Popeye), sí estuve de acuerdo, pero. También le decía: “aquí, ¿qué vas a hacer?”

¿Preocupada?

Sí, preocupada porque tenía muchos hijos, eran 14 hijos y yo no sabía qué íbamos a hacer, unos estudiando, otros chicos, no sabía cómo empezaría. Entonces, un día me dijo: “no te apures, déjamelo, a mí.” Él se aferró aquí (Matamoros y Juárez) y mi hijo allá (Chucherría Saltillo), estaba en la cima cuando se la dejamos, y pues nosotros teníamos que empezar desde 0, de nuevo, otra vez, vendiendo papitas, chicles, dulces, paletas, lo que se le pusiera enfrente. En una ocasión, se le ocurrió decirme que ya no le hiciera de comer, porque él le iba a hacer de comer a nuestros dos hijos que él traía trabajando, y mandó a traer pan y aguacate, jamón y empezó a hacerles tortas, lonches, les llamaba él, y las partía a la mitad y les daba una mitad a cada uno, entonces, pasan unos chicos de la Escuela Coahuila y la Centenario y yo creo les dijeron a sus mamás, porque venían muy contentos y brinque y brinque y decían: “¿vende lonches Don Chuy?” y él les contestaba: “no ‘mijo’, pero, ¿quieres?”, y le contestaron que sí, y le pedían a su mamá que les comprará un lonche. Don Chuy partió los panes y los compartió con los niños, se los regaló y después les dijo que luego iba a poner lonches para vender. Y así estuvo, llegó con esa noticia de que le pedían lonches, pero que les iba a poner tortas y yo sólo lo apoyé, le dije “si ves que eso crece, pues, échale ganas, es una nueva idea que te va a servir”. 

Oiga, Doña Coco, además que aquí, en esta parte, él trabajador, tratando de innovar y usted, en casa, con los niños, pero, siempre apoyando el sueño de su esposo

Sí, siempre apoyando, porque bendito Dios, todo lo que se proponía le pegaba muy bien. 

Y aquí ya tiene 46 años este negocio, que en aquel entonces daba un poco de duda. 

Mira, nosotros llegamos con nieve, pero, no funcionó, nosotros venimos de Torreón y allá es muy caliente, no la hicimos, se trajo todo su “tilichero” que teníamos para la nieve, y nos dimos cuenta que aquí no había movimiento para la nieva, era muy flojo, porque pues allá es muy caliente y aquí en el año que llegamos era muy frío. Después entramos con los churros y la botana y eso sí le pegó “macizo”.

Don Jesús, nos puede platicar, usted, ¿cómo lo vivió de hijo?

Fue un esfuerzo muy grande de Don Chuy, mi papá, y de Doña Coco, mi mamá, porque con tantos hermanos que éramos, se ponía difícil atendernos y atender el lugar, pero, cada uno de nosotros pusimos nuestro granito de arena para que el esfuerzo que hicieron nuestros padres no fuera en vano, y le damos gracias a Dios por esa fuerza y ese entusiasmo con el que trabajaron los dos. Doña Coco tiene más de 80 años y aún conserva ese entusiasmo y amor por el comercio, por el trabajo, por las Tortas Popeye. Don Chuy con este negocio que dejó, se convierte en una persona productiva, aunque ya no esté entre nosotros. Cada torta que se hace aquí es en honor a él, cada persona que disfruta de este alimento, agradecemos a Dios por este talento que nos dejó a cada uno de sus hijos, gracias a él y gracias a Doña Coco que siga vigente y siga aconsejándonos a su manera a hacer mejor las cosas. 

Generación, tras generación conocemos las Tortas Popeye, el legado que deja Don Chuy es importante y es algo que marca la ciudad de Saltillo, porque sin duda cualquier persona de esta ciudad conoce las Tortas Popeye y sino pues venga a conocer este magnífico sabor. Ahora, una pregunta que yo tengo ¿Por qué el nombre de Tortas Popeye?

Se llama Tortas Popeye, porque estaba el puesto todo en blanco, siempre fue lo blanco para él la limpieza, entonces, pasaban los niños y preguntaban: “¿cómo se llama aquí?”, porque decían “el puestecito todo blanco”.  Y Don Chuy les decía: “¿cómo le pondremos? A ver, denos ideas”. Entonces los niños comenzaban a opinar: “El Chavo del 8”, “Cantinflas”, puros personajes, y uno gritó: “No, Tortas Popeye” y fue el nombre que se le quedó. 

El día que el equipo de Comunicación Integral asistió a realizar esta entrevista, nos dimos cuenta de amplios recuerdos y reconocimientos que Don Chuy fue adquiriendo al paso de su historia con este puesto: Tortas Popeye.

Su hijo mayor, no perdió la oportunidad para recordar una calaverita que en una ocasión un amigo de Don Chuy, de un periódico de la localidad, que aún circula, le realizó al fundador de “La esquina del sabor”.

“Épale, épale, 

le dijo Don Chuy a la flaca

aquí, en Tortas Popeye

el más valiente se aplaca

la muerte de mala gana 

en un banco se sentó

y pidiendo una Popeye

tranquila se la comió 

muy satisfecha quedó 

con este sabroso manjar

que hasta ya se le olvidó 

a quién se venía a llevar.”

Su hijo mayor, Don Chuy, nos comenta que esta calaverita la recuerdan con mucho cariño, en especial en vísperas de la celebración del Día de Muertos y les gusta mucho compartirla con la gente que conoció a Don Chuy y que lo recuerda y lo aprecia.

Las Tortas Popeye están ubicadas en la esquina de Juárez y Matamoros, de ahí su nombre de “La esquina del sabor”, en un horario de 11 am a 11 pm, además cuentan con servicio a domicilio. 

Doña Coco, agregó una invitación para que la gente no deje de asistir a comer una deliciosa torta: 

“No dejen de venir, ustedes son quienes nos hacen famosos, por ustedes estamos aquí, no nos olviden, porque aquí estamos para servirles, solo soliciten su torta”. 

Además, Don Chuy mencionó que todos son bienvenidos en Tortas Popeye como “El Rey”, con dinero y sin dinero. 

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