Cecy Chavarría.
En esta ocasión nuestra conductora Cecy Chavarría no perdió la oportunidad de platicar con César Ledesma, escultor responsable de la fabricación del Indio Tlaxcalteca y del conquistador Español, esculturas icónicas de nuestra ciudad de Saltillo. Con ella conocimos qué hay detrás de este gran artista y cómo llegó a la capital coahuilense.
Señor César, estamos en estos momentos aquí en la Casa del Indio, pero muchos dicen, “¿por qué se llama la Casa del Indio?” ¿A qué se debe este nombre?
Bueno, lo que pasa es que esta construcción yo la hice junto con albañiles, yo la diseñé y todo. Bueno, está la hice como mi estudio, soy escultor y pintor y entonces aquí hacía yo obra, y para no manchar la casa y para tener libertad. Por eso construí esto para hacer obra, exclusivamente como estudio. Cuando murió mi esposa, pues ya me quedé en la casa y entonces no tuve que hacer con esto y se lo regalé a mi hijo y él lo convirtió en restaurante y le puso el Indio porque yo hice el Indio y el Español, las esculturas de aquí de Saltillo.
Señor César, cuéntenos un poquito sobre usted. ¿Quién es César Ledesma? Yo nací en 1933 en la Ciudad de México. Ya pueden ver cuántos años. Entonces, pues, ahí estudié, estudié la carrera de Artes Plásticas, la primaria, la secundaria y la Facultad de Filosofía y Letras en la Universidad Nacional de México, que me tocó inaugurar Ciudad Universitaria, un complejo estudiantil muy hermoso que hizo la universidad. Exactamente, yo me casé con una mujer de aquí de Saltillo, que era maestra, había sido condiscípula de una mujer que se casó con Flores Tapia, también habían sido condiscípulas, las dos eran maestras. Entonces, por medio de ella en México, allá vivía Flores Tapia, conocía a Flores Tapia. Él dirigía en una revista, un periódico, una revista semanal. Y entonces, pues íbamos a platicar, a comer a veces juntos las dos familias y platicábamos. Entonces Flores Tapia se enteró que yo dibujaba, que pintaba y que hacía escultura. En aquel entonces estaba yo ayudando a un famoso escultor de México haciendo monumentos y se enteró Flores Tapia. Entonces con el tiempo Flores Tapia se hizo gobernador de Coahuila. Y entonces cuando se hizo gobernador, como sabía que yo hacía escultura, me mandó a llamar para que yo hiciera el Indio y el Español. Entonces vine, pedí permiso en mi trabajo, me vine e hice el Indio y el Español aquí en Saltillo. Las esculturas se hicieron en barro, se les sacó molde y después del molde se hizo el vaciado, claro, con todo y varillas, cómo se hace la construcción, y vaciados en cemento. Y así fue como se hicieron.
¿Cuánto tiempo tardó? Porque menciona que pidió permiso del trabajo.
Del trabajo, sí, digo, mire, así de exactamente, ya no me acuerdo porque a mi edad ya se me olvidan muchas cosas, pero han de haber sido como un mes y medio o dos meses cuando mucho, cuando hice las dos esculturas.
Y, ¿por qué estas esculturas específicamente?
Bueno pues realmente esas fueron ideas de Oscar Flores Tapia precisamente por eso, por la invasión que los españoles hicieron a los tlaxcaltecas que habitaban aquí en Coahuila. Entonces fue la unión de esas razas lo que supuestamente es nuestra actualidad, nuestros personajes actuales, la unión de esas dos razas. Ya me regresé a México a mi trabajo, pero le dije a mi esposa, bueno pues hay que pedirle al gobernador que pida mi cambio para Santillo, y sí, él me hizo el favor y pidió en mi trabajo el cambio para que yo me viniera a vivir a Saltillo. Y ya nos vinimos a Saltillo. Mi esposa se hizo directora del Centro Juvenil Santa Anita. Ella fue la directora de Santa Anita. Y yo pues seguí en mi trabajo que tenía, que era adiestramiento técnico en el seguro en el Instituto Mexicano del Seguro Social y aquí me empecé a dar clases a alumnos, pero con el tiempo fui conociendo pintores, amigos que me fui haciendo de ellos y con ellos logré hacer un grupo e hicimos, les enseñé a hacer esculturas. Tan es así que una escultura que hizo un niño, claro bajo mis órdenes, como hizo una esculturita y esa esculturita después la hicimos monumento, que son los viejitos que están aquí de Isidro López, ya ve que hay unos viejitos de tercera edad, pues eso lo hice yo con mis alumnos. Algo muy interesante porque también es algo muy emblemático aquí en la colonia Río Bravo. Después me junté con varios artistas de aquí de Saltillo, mujeres y hombres nos pusimos a hacer monumentos también en fibra de vidrio como yo les había enseñado a los alumnos para el Instituto Tecnológico de Saltillo. Ahí hay varios monumentos que están en el patio del Instituto Tecnológico de Saltillo. Yo hice dos de esas piezas.
Ahora sí que varias piezas las que usted ha hecho aquí en nuestra ciudad que podemos reconocer en distintas partes del municipio, pero ¿cómo surge en César Ledezma esa inquietud de dedicarse a esto?
Bueno, desde niño yo tuve la fortuna de tener unos tíos pintores que hacían carteles para en las paredes planas, pintaban propaganda de coches, de cigarros, de bebidas. Eran propagandistas, eran pintores de propaganda. Pero pues cuando yo iba a su casa. Con sus hijos, pues nos poníamos a imitar a los papás y a los tíos en la pintada y entonces de muy niño me dio por pintar. Pero además tuve la ventaja de que en la escuela primaria tuve como maestro a uno de los primeros ayudantes de Diego Rivera, del gran muralista Diego Rivera, y entonces él fue mi maestro de pintura en la primaria y como me vio que yo podía, me hizo que hiciera yo unos dibujos sobre cartulina y color de los niños héroes para un concurso que iba a y entonces ahí yo concursé y me gané un diploma y de ahí en adelante pues después ya como a los 12, 13 años empecé a pintar en manta y ponerme a vender en los jardines del arte que había en México y vendía mis cuadritos verdad en verdad, los domingos salía a vender cuadros. En esa época estaba ya enfermo Diego Rivera y el ayudante, el último ayudante de Diego Rivera, Osvaldo Barra, que me acuerdo todavía el nombre de él, también como ya no trabajaba con Diego Rivera, también iba a vender al Jardín del Arte. Entonces, ahí lo conocí y entonces me hice amigo de él. Y con el tiempo, él me llevó con la hija de Diego Rivera, Ruth Rivera, para que junto con él le ayudara a restaurar los murales a Diego Rivera. Y entonces le ayudé a restaurar murales a Diego Rivera.
¿Cuáles han sido sus trabajos más recientes?
Hice el monumento a los maestros, también al sindicato de maestros que está, no me acuerdo en qué colonia, es un águila también, ahí también ese otro monumento. Hice el bombero y finalmente lo que hice fue el Cristo de las Galeras, que ese sí es un monumento de 13 metros de alto, y ese lo hice ya teniendo yo 72 años de edad. Actualmente pinto y estoy editando una serie de dibujos con versos porque como estudié filosofía y letras, sé hacer versos que publico en Vanguardia todos los domingos a colores, dibujos con su verso y a colores en el dibujito. Cada domingo en Vanguardia me publica esos cartones, que es lo último que estoy haciendo.
Señor César, ¿cómo fue esa etapa como estudiante de artes plásticas?
Lo estudié realmente grande, después de haber salido de filosofía y letras, y de estar vendiendo ya cuadros y todo, porque tenía que tener un título para poder dar clases.
Oiga señor César, ¿y cómo se siente que aquí en nuestra ciudad, pues varios lugares han tenido figuras emblemáticas hechas por usted?
No, bueno, pues a mí me gustó mucho esa actividad artística y pues tuve la suerte de hacer varias piezas, como les decía, realmente solamente un mural hice aquí en Saltillo, pero esculturas hice varias, y sobre todo enseñé de ese tipo de esculturas eran las que hacían los alumnos. Esa escultura de la entrada de este lugar y los caballos. Me gustó escribir y tengo ocho libros, de los cuales uno me lo publicó la Universidad Autónoma de Coahuila y se llama Cuauhcóatl, que quiere decir serpiente emplumada con plumas de águila, que es la de nuestro escudo de la bandera nacional, un águila que se está transformando, porque no es que un águila se esté comiendo a la serpiente, más bien se está fundiendo el águila con la serpiente para formar una serpiente emplumada, que es la que se va a convertir en sol, que es Huitzilopochtli.
