Por: Roberto Peña
Todos los lunes en el programa Nuevo Día, tenemos nuestra sección “FAMILIA” con nuestra psicóloga de cabecera la Lic. Janeth Castillo Oyervides, quién es Psicoterapeuta, Conferencista y Proyectista. En esta ocasión, a propósito del tema de las elecciones y el mes del orgullo LGBT, vimos conveniente platicar sobre la diversidad, que es un tema complejo, pero, si aprendemos a trabajarlo inteligentemente, nos va a ayudar a desarrollarnos mejor como seres humanos.
¿Por qué se realizan eventos como la marcha? ¿Qué tienen que ver con la diversidad?
Pues porque tratamos de entender por qué la gente quiere que todos pensemos igual, sí, y tenemos un gran problema con esto porque mira, si somos objetivos y si realmente esto funcionara de esa forma, nos estaríamos dando cuenta que tenemos entonces una persona que si le gusta la medicina, pues estaríamos hablando que el 100% de la población tuviera que ser médico, entonces no tendríamos otros tipos de profesiones o de profesionistas dentro del rubro en la tierra, no, entonces realmente así lo pudiéramos entender, pero existe mucho la pelea de todo esto, no es que por qué piensan así, ¿cuántas luchas no hubo? Hay mucho meme ahorita no en redes de ya podemos volver a ser amigos después de lo de las elecciones. Sí, porque la gente quedó, mucha gente quedó fracturada, ¿no? ¿Cuántos grupos? ¿Ya ves que se abren los grupos que de los de la ex, la ex secundaria, la ex primaria? Y a veces dicen dentro de las cláusulas de reglamentos: “no vamos a hablar de política ni de religión”, porque empiezan ahí las complejidades y la diversidad de pensamiento, entonces, ¿qué tan importante es que las personas acepten la diversidad? Sí, es importante para tener unas sociedades sanas, para tener interacciones realmente productivas y que la verdad es que es algo maravilloso la cuestión de la diversidad, yo lo digo mucho en terapia: aplaudan la diversidad, si a alguien no le gusta, por ejemplo, en este caso yo traigo mi vestido muy floreado, pero habrá quienes las flores nada más no, en mujeres u hombres que digan: “ay, ese vestido está súper horrible”, o alguien que diga “ese vestido está súper wow”, o a lo mejor “yo lo quisiera con manga corta”, etcétera, dentro del rubro de 10 personas, pues nos vamos a topar con diversidad de pensamiento, aquí el punto es: ¿quién está mal? La verdad es que todos están dentro de una razón lógica, porque lo hacen dependiendo de sus necesidades, entonces está súper válido. Yo siempre les digo cuando las personas me comentan “¿qué puedo hacer para aceptar a los demás?, para aceptar la diversidad de pensamiento, la diversidad de necesidad y de elección, ¿qué puedo hacer para ello? Porque Santo un tanto complejo, porque así crecimos, porque lo vimos en cultura, lo vimos en creencia en constructo, dentro de una formación a lo mejor familiar en donde todos iguales, o la mamá te dice o te decía, o el papá: “eso así no, está mal”. Está mal, está bien, esos estigmas muy satanizados de: “no puedes moverte de lugar, esto tiene que ser así”, sin abrirnos a la posibilidad de que: a ver, ¿qué necesitas tú?
Yo lo manejo hoy mucho con mis hijos, cuando me preguntan: “mamá, ¿qué hago con esto?”, yo les digo: “¿qué quieres hacer? Esa apertura para que ellos se sientan seres individuales y con necesidades particulares y que a su vez también lo puedan llevar al rubro de su vida cotidiana, en donde a lo mejor alguien difiera de sus pensamientos y ellos lo puedan aceptar y no te crea una catástrofe mental, porque eso es lo que ocurre. ¿Cuántas personas tristes y con el hámster rodando en la cabeza por días? del ¿por qué me dijo que esto no le gustaba? o ¿por qué no opina igual que yo? Cuando la verdad es que es algo increíble, porque gracias a ello tenemos una gama inmensa de diferentes tipos de ropa, de diferentes gamas de estilo, de colores, cosas para hacer.
Es como tener ese lugar en el mundo y que nos ayuda a poder entender a los demás. Y creo que también hay una cosa que a veces creemos que es, “si yo acepto la diversidad y si yo acepto esto y esto a forma de pensar de todos los demás”, les estoy haciendo un favor a los demás y la verdad es que también te lo estás haciendo a ti mismo.
Claro que sí, porque sueltas y te liberas y ya no estás con esa atención de querer que las cosas sean a fuerza a tu manera. Entonces, qué bueno que existe la diversidad, por eso les comento, es aplaudible ahorita que volvíamos a la pregunta, ¿cómo puedo aceptar yo la diversidad? Apláudela, sí, apláudela, es una gran ventaja que todos tengamos necesidades diferentes y gustos distintos, del gusto que sea, de lo que cada quien elija, mi necesidad no es tu necesidad, entonces voy a aprender a aplaudirla, ¿por qué la tengo que aplaudir? Porque la tengo que aceptar. Y yo le digo, y si realmente la llevas al punto del aplauso, no de ese reconocimiento puro y sano en donde yo digo: “Perfecto que esto sea así”. Las personas comúnmente tienden a ponerse mal o a cambiarse, o sentirse aplastados, no aceptados dentro de y eso es muy doloroso para el ser humano, entonces yo creo que vamos a defender de manera personal y particular lo que queremos, lo que nos gusta, lo que nos hace bien. Esa es la sensación de bienestar.
Sí, y creo que, además, si también nos hacemos un acto de reflexión bastante profundo, nos vamos a dar cuenta que hay muchísimas cosas que no nos afectan. O sea, que no nos afecta que la otra persona sea diferente, que se vista diferente, que haga algo diferente, no repercute en nada, o sea, tu vida sigue siendo la mismita. Y ahorita decías esto de aplaudir la diversidad en general y también creo que aprender, se puede mucho aprender de la diversidad, si tú estás en una reunión con un médico, con una gimnasta, con un psicólogo, puedes aprender un poquito de cada uno de lo que ellos aprendieron en la carrera de su forma de pensar si estamos con un chino, con un argentino y con un europeo, también aprendes de las culturas que tiene cada quien. Si estás con personas que son transgénero, gay también aprendes un poco, entonces creo que la diversidad también nos ayuda a eso a complementarnos como seres humanos.
Claro, porque ahí es donde te abres de la otra forma, nos cerramos incluso bien como comentas al conocimiento, no porque ya generas un bloqueo en donde ya no quieres ni siquiera voltear a ver a la persona, porque te incomodó a lo mejor su playera, pero ya ni siquiera te abres a la conversación, si es que vas a tener ahí una interacción con la persona, ya ni siquiera existe esa apertura de hacer llegar a una palabra, una frase, una interacción verbal. Entonces es importante que nos abramos a esas posibilidades distintas de las necesidades y de los gustos de cada quien. Creo yo que eso hace sociedades integrales y podemos hacer cosas muy grandes, desde ese punto, donde esa parte que tú lo ves verde esa pared, pues está bien, si tú la ves verde, yo ¿qué puedo hacer? verde será para ti y para mí será tal vez gris tú ¿qué color la ves?
Exacto, sí, y creo que es muy importante todo esto que dices y sobre todo damos cuenta de que hay cosas que están grabaditas en nuestra cabeza, ni siquiera por nosotros mismos, es por cosas que vimos que vivimos constructos que se nos dijeron que así era, pero ni siquiera es por nosotros mismos. Entonces vamos a empezar a ver con nuestros propios ojos, a pensar con nuestra propia mente.
Es importante comenzar por un escaneo personal, en dónde tú revises si esos constructos con los que te has venido desarrollando realmente te convienen o no. Si empiezas por ti, lo puedes exteriorizar y lo puedes manejar con las demás personas.
Para agendar cita o aclarar cualquier duda Janeth Castillo nos facilita su teléfono para poder comunicarte por medio de Whatsapp al 844 355 6232.