Por Nayeli Palma y Rubén Duarte
En esta ocasión nuestra amiga y compañera Nayeli Palma platicó con una figura saltillense, ejemplo de disciplina y perseverancia. Ilsa Guerra, licenciada en Recursos Humanos, actualmente se desenvuelve en el tema de negocios propios, a la par se encuentra enfocada en competencias de fisicoculturismo. Desde hace 3 años se encuentra participando a nivel competitivo, por azares del destino y por una situación complicada que vivió decidió enfocar sus sentimientos y acciones a algo que pudiera ayudar a su salud y bienestar.
¿Cómo inicias en el mundo del fisicoculturismo?
Principalmente quiere agradecer el tiempo que me dedicó mi coach Jazmín. Jazmín Lira es una fisicoculturista a nivel profesional, que también es médico y ella fue la principal persona que me apoyó en este proceso que comencé, fue un parteaguas muy importante, porque es un suceso que realmente me puede un poco tocar el tema, pero es importante. A raíz del fallecimiento de mi mamá yo toqué fondo, fue una depresión de la que me costó muchísimo poder salir, Jaz fue un ángel en el camino para mí porque fue la persona que me apoyó en poder encausarme, encausar ese dolor y esos sentimientos que yo tenía hacia el deporte, siendo el fisicoculturismo un deporte de alto rendimiento y disciplina, me dio la pauta para poder enfocarme en algo. En cuanto yo fui viendo cambios en mi persona, tanto físicamente pero principalmente en la emoción, en como yo me iba sintiendo, fue cuando decidí quedarme y hacerlo a nivel competitivo. A final de cuentas el deporte o el gimnasio lo puedes utilizar tú como por salud y en mi caso fue que decidí hacerlo ya a nivel profesional.
¿Qué te llevó a tomar la decisión del deporte y no otra actividad?
No quiero descartar la importancia de las demás terapias porque he participado en diferentes. Yo soy fiel creyente que la terapia psicológica es una herramienta que debemos utilizar todas las personas, así como ir al médico, pero, lo que yo encontré en el deporte fue el tema de yo poder sacarlo un poquito de mi mente, como las repeticiones en el gimnasio eran más estar enfocada en contar: “son 4 de 20, 4 de 12, súbele el peso”, o diferentes técnicas de entrenamiento eso me ayudó mucho a sacarme de mi cabeza, como la meditación, entonces, yo creo eso fue lo que básicamente más me ayudó a nivel emocional para quedarme enfocada o redirigir mi energía y mi enfoque a una sola cosa, como en este caso contar las repeticiones.
El régimen que tú utilizas, ¿Cómo lo compaginas tu trabajo?
Quisiera ahondar un poquito en esto porque es lo más importante, yo creo que desde niños nos enseñan la palabra egoísmo, y por lo general lo manejamos como si fuera algo negativo y para mí ser egoísta fue lo que más me ayudó porque siempre dedicaba tiempo a los demás; a la familia, a los amigos, los compromisos. Entonces, cuando yo dije “a ver, ¿de verdad quiero esto? Me voy a comprometer conmigo misma, voy a priorizar lo que me está ayudando”. Primero el tema de la comida, que es un punto muy importante, para mí es un 90%. El tema de planeación también es otro punto muy importante, las personas que quieren adentrarse a este mundo tienen que acercarse con las personas que le saben, muchas veces se acercan conmigo y yo soy completamente sincera para decir que no tengo el conocimiento para poder apoyarlos pero, tengo con quien poder acercarlos, en el caso de mi coach, su mamá también se dedica al entrenamiento de pesas, entonces estamos rodeados de personas que tienen el conocimiento. Dedicas tu planeación a ir al súper, atener las cosas siempre a la mano, y a mí me ayudaba mucho el cocinar todo el domingo todas las comidas de la semana, y cuando yo quería “pecar” me ayudaba que ya lo tuviera listo. Recientemente dejé el trabajo en el que estaba porque yo estaba en la industria como planeadora de materiales y mi vida durante un año empezaba a las 5 de la mañana y terminaba a las 10 de la noche, pero, eso me ayudó mucho a seguir el régimen, a decir: “tengo horario complicado, tengo cosas que hacer, entonces, no, sí tengo todo a la mano no tengo porque fallar”.
¿Cómo sería un día de Ilsa Guerra?
Te voy a platicar cómo fue mi año en el que me preparé para dos competencias:
- 5 am, me levanto, tengo ya la maleta lista de lo que voy a usar en el día, preparada de una noche anterior, entonces eso ayuda mucho. Te levantas. Me iba a hacer una hora de cardio en ayunas que es en escalera, ahí mismo en el gimnasio me metía a bañar, me arreglaba para la oficina.
- Llegaba a la oficina a las 8 am. De 8 am a 6 pm trabajando con mis comidas preparadas, ya listas previamente en mi hielera.
- 6:30 pm, regresaba al gimnasio a dedicarle hora y media a pesas y de ahí me iba a la casa a planeación del día siguiente.
Eso es algo que estuve haciendo durante un año, ahorita, uno de mis proyectos principales es poder adecuar este estilo de vida más llevadero porque es algo fuerte.
¿Cómo ha sido esta actitud que has tomado ante todos los sucesos que han ocurrido a lo largo de tu vida?
Bueno, principalmente, no ha sido un proceso fácil, ha sido un proceso muy crudo, ha sido difícil y solitario porque en realidad el duelo, las personas que hemos vivido una pérdida a lo largo de nuestra vida sabemos que no es un proceso lindo, hay veces que te sientes bien y dices “estoy sanando”, pero hay otras veces en las que no te quieres ni levantar porque todo me recuerda a mi mamá o porque simplemente no tienes ganas y también es válido. Hay veces que vemos a las personas y yo creo que ahorita el tema de las redes sociales que estamos tan al alcance de la vida de las personas hace que constantemente estemos comparándonos, pero, hay veces que no publicamos el lado crudo de las cosas. El tema de la dismorfia corporal que existe muchísimo, que dices: oye no veo cambios, le estoy echando ganas y no veo cambio. A mí me da mucha risa cuando le preguntan a mi coach: “oye, ¿en cuánto tiempo puedo bajar de peso?” y te pregunta: ”¿en cuánto lo subiste?” y te pones a pensar y dices “sí es cierto”, una vida de malos hábitos, una vida completa de tener antojitos, que la cerveza, el azúcar, o cada quien tiene como el área en la que falla, quiere bajarlo en un mes, tenemos que ser muy conscientes de que también es un proceso. En la parte del duelo, la parte difícil que es el fitness es tratar de hacerlo lo más apegado al plan y no dejarlo, es algo muy mental, si decides no hacer la dieta o no entrenar un día es más lo que te tortura tu mente que lo que en realidad te pasa si no entrenas un día.
¿Qué les recomiendas a las personas que están en el proceso de iniciar algo nuevo en su vida?
Principalmente, el compromiso, a mí me funcionó hacer un compromiso con alguien más, porque por lo general nosotros nos fallamos, porque dices: “no pasa nada”, pero cuando te quedas mucho en eso terminas sin hacer nada. Entonces yo me comprometí con mi coach Jaz, porque ella se comprometió en apoyarme en el tema de entrenar, pasarte la dieta, pero, yo tenía que entregar resultados. En la actualidad hay personas que se dedican a esto, a las que te puedes anclar para pedir ayuda o simplemente pagar su servicio. Comprométete con tu nutriólogo, comprométete con tus amigos, el tema de los retos funciona mucho. El tener una meta a corto plazo va a desencadenar resultados. Y ya cuando tienes un resultado ya no lo quieres soltar. A lo mejor no puedes entrenar de lunes a domingo pero, puedes de lunes a jueves, metas personales, y ya sabes que 4 días no faltas. Si no puedes hacer dieta todos los días, empieza con 2 y luego le subes 1. Para mí el cardio en ayunas yo lo empecé con 10 minutos, luego con 15, después 25 minutos hasta que alcancé la hora. El problema de muchas personas es que se ponen metas muy agresivas y, ¿Qué pasa? Te frustras, y si te frustras lo dejas.
También no debemos de dejar a un lado este consejo, no importa lo que la gente piense de ti, o el qué dirán.
¿Qué sigue para Ilsa este 2024?
Viene un proyecto personal que sigue en construcción, pero, gracias a varias terapias que he tenido he encontrado un desarrollo o un balance emocional, espiritual, a nivel energético. Me encantaría terminar este proyecto de poder apoyar a personas que no se sienten bien a que su vida sea un poco más placentera.
