Amigos de La Revista El Ahuizote, estamos muy contentos y agradecidos también de poder estar aquí en este lugar, el más personal de una figura conocida y reconocida por todos aquí en nuestra ciudad.
Él es Marco Antonio Aguirre y hoy vamos a platicar con él, acerca un poquito de trayectoria, familia y claro que también nos invite a sus próximos eventos.
¿Marco Antonio Aguirre, cómo está?
Yo creo que sigo casado con la poesía y sigo embelesado en la miel de la esperanza. A veces la ilusión que se llama hermano de la esperanza nos conduce por caminos de soñador. ¿Quién no sueña? El que no sueña es que realmente no tiene vida. Yo estoy feliz de recibirlos aquí, lo digo sinceramente, me baña la luz, y lo digo gratamente otra vez para que el mal destino no nos dé un mal revés, para ustedes, amigos del Canal 3.
Excelente, justo hablando de este enamoramiento de la poesía, ¿de dónde surge? ¿Cómo surge este enamoramiento?
Yo creo que con esto se nace, se trae, se arrulla y se bebe todos los días. A lo mejor me lo bebo en una copa de vino que se llama boca de mujer, o quizá en el terciopelo de una melodía, o en aquel idioma dulce que a mí se asoma, y aquí el amor no tiene punto y coma, sino que va adelante hasta llegar a Roma.
Entonces, el amor nace, el amor crece, y el amor es expresivamente célico.
Definitivamente, yo creo que tendría uno que vivir abajo de una piedra para no escuchar o no haber escuchado en algún momento alguno de estos poemas, o conocer parte de su trayectoria en el mundo de la comunicación, pero hablando acerca de todo esto y de esta larga carrera, platíquenos un poquito acerca de cómo empiezan los primeros pasos y cómo ha sido para usted llevar esta trayectoria aquí en México.
En1958 más o menos había un programa en la estación de radio XEDE AM que todavía existe en algunas expresiones la AM, un programa a las 11 de la noche que se llamaba “Una serenata para ti para que en la penumbra de tu alcoba la escuches y pienses más en mí”. Entonces decían versos y decían poemas y decía el locutor que acaba de fallecer hace unas semanas, que en paz descanse, el inolvidable Ramón López Moral, quien tenga versos y poesías tráiganlos, aquí los décimos y les damos crédito a todos. Mis hermanos me descubrieron un cuaderno que yo tenía escondido debajo de un colchón ahí de mi cama, yo no sé cómo dieron, todos de niños fuimos traviesos, eh, más con los hermanos. Entonces, vamos, vamos, me animaron, dije, no, están muy feos los versos. No, vamos, ya se los llevamos a Ramón a la estación de radio le gustaron y los pasó. La gente empezó a hablar, mi hermano Francisco, que hoy en día es escritor de columnas en los periódicos, me hacía los fondos musicales y ahí empecé. Después tuve otros programas ahí mismo, programas de cultura, programas de entretenimiento, en la estación de radio XEDE.
Entonces, un buen día, un inolvidable locutor, maravilloso, Francisco Torres López, Panchito, nuestro queridísimo Panchito Torres López, me dijo, oye, tengo que salir, siéntate en esta cabina y empieza tú a transmitir, oye Pancho yo tengo una voz horrible -le dije, tú puedes, adelante, me animó y desde entonces me quedé, después fui operador de consola en la XEAJ, otra estación hermana de aquel grupo, y desde entonces ahí empecé y ahí me quedé.
Y es que de pronto a veces uno que cree que tiene estas debilidades, que decía que no le gustaba su voz, y se convierte en algo de lo más representativo también, no solamente estos programas en Saltillo, porque todo el mundo conoce esa voz detrás de la radio. Y después también incursiona en el mundo de lo que es la música, la rondalla, porque también es parte fundamental de la rondalla. ¿Cómo surgió eso?
Fíjate que antes de eso, sencillamente empecé a hacer programas de deportes y de crónicas taurinas. Casi nadie sabe eso. Yo, por un poquito, me voy de novillero. Estaba yo metido como cronista taurino en la radio porque ya se había ido Rubén Aguirre, que en gloria está Rubén, lo enviaron a Monterrey, y de Monterrey lo enviaron un año a España a transmitir toros y quedó un lugar vacante en otra estación, entonces vinieron los taurinos y me dijeron no hay nadie quien impulse, así es que queremos que usted nos ayude, y lo hice, tuve amistad con muchos toreros, con los hijos del genial e inolvidable maestro Fermín Espinoza Armillita, por poquito me voy de torero. Claro, mi madre puso el grito en el cielo, se colgó de un candil ahí de miedo y en eso se atraviesa el ambiente de la rondalla.
Yo estudié leyes, estudié derecho. Cuando le dije a mi señor padre, papá yo quiero ser locutor lo primero que me dijo fue sí, sí adelante, pero antes de que sea locutor usted me trae un título universitario después usted hace lo que quiera, yo cumplí mi palabra entonces estudié leyes y en leyes había una estudiantina, qué buena estudiantina teníamos, no por nada, estupenda, llegábamos a tres o cuatro ciudades, Monclova, Piedras Negras, Torreón, Saltillo y un buen día nos invitaron a hacer un mano a mano con la rondalla de agricultura, esto fue en el 67, la rondalla de agricultura tenía semanas de haberse fundado como nuestra estudiantina y las muchachas de la normal dijeron queremos un mano a mano ahí está el teatro de la excelsa y benemérita Escuela Normal del Estado y fuimos y empezamos a hacer el ambiente con las estudiantes normalistas y cuando terminamos nosotros nos retiramos a los “camerinos” que eran unos salones que nos prestaron ahí para cambiarnos, ahí se acercaron conmigo los muchachos de agricultura y me dijeron oye nosotros no tenemos quien nos presente ayúdanos tú, le dije Dios mío, en aquellos años había ciertos roces, piques se dice en la terminología, en el ámbito estudiantil, entre agricultura y leyes, le dije déjame preguntarle a mi director y mi director, y dijo claro, Marco Antonio adelante preséntalos entonces yo los presenté y al final me dijeron que les gustó mucho.
Por cierto hay una anécdota que se ha comentado mucho cuando estaba actuando la rondalla de agricultura, algún chistoso fue y apagó la luz, bajo el interruptor y nos dejó ahí sin luz como unos 40-45 segundos todos los muchachos de agricultura se pusieron nerviosos y yo les decía, sigan cantando, ustedes sigan cantando y siguieron cantando después prendieron la luz y aplaudieron mucho las muchachas de la normal y nos dijeron oye, pero qué buena puntada, no hombre, excelente ocurrencia, no le digo, fue un bromista y en aquellos años, pues todo el mundo aprovechó las parejitas y tú sabes. A partir de entonces, ahí me dijeron: quédate con nosotros.
Y seguramente la pasión es la clave de todos estos reconocimientos que tenemos por aquí, pero también vemos por ahí fotos de la familia. ¿Y cómo ha sido la familia en la vida de Marco Antonio Aguirre?
Yo creo que una mujer maravillosa me tocó a mí como esposa. Dios me la envió, Dios me la regaló y Dios también se la llevó al cielo ya hace algunos años. Entonces yo nada más tuve una novia y con ella me casé. A ella le hice versos. El amor de mi vida verdaderamente. Yo la recuerdo, cierro los ojos y la estoy viendo como si fuera ayer. Y me regaló tres primores de hijas, tengo tres hijas, todas profesionistas, gracias a Dios, y ha sido fascinante el paso en esta vida con una compañera y con unas hijas maravillosas.
Claro que viene a hacer la cereza del pastel esta vida y esta trayectoria.
Así es, entonces, Carlos Mery, que se había quedado en lugar de Pepe Abedrop, que fue el primer director, maravilloso, dijo ya tengo contacto con una compañía de discos y se supone que vamos a grabar, pero, nos dijo, los discos nos van a costar a nosotros, cada disco cuesta 33 pesos y mínimo hacen mil discos. Fuimos a México un día, fuimos a grabar, se equivocaron de fecha en la compañía grabadora y en vez de empezar a grabar el sábado grabamos el lunes, al término del disco, el productor nos dijo -quiero hablar con ustedes, quiero tener la autorización de ustedes mismos para sacar una melodía en plan comercial. Y eso eran las 7 de la noche de aquel día 29 de abril de 1968. ¿Cómo qué es eso? Sí, si me dan permiso, alguna canción que escojamos aquí se va a oír en las estaciones de radio. Le dije, “mire, tenemos tres días sin comer, haga usted lo que quiera””. Nosotros ya nos vamos porque todavía nos falta el camino de 900 kilómetros hasta Saltillo, Coahuila. Llegamos a Saltillo muy bien, sin novedad. A los dos meses me habla el productor y me dijo: oiga, Margo Antonio, ya se oyeron, ya nos oímos, ¿dónde? No se han oído, ¿dónde nos oímos? ¿De qué me está hablando? Pues ustedes grabaron un disco con nosotros, sí, sí, nada más que no se han oído, pues ¿qué estaciones de radio se oyen en Saltillo, de aquí de México de DF? Pues las grandes, las clásicas, Radio Variedad, Radio 1000, la Q, la W 620, etcétera, la B grande. Pero, pues óiganse hoy en la noche, están en primerísimo lugar aquí en México, en popularidad y en venta de discos. Las disqueras como que son medio negociantes, ¿no?
Entonces, llego yo, fui a ver a mi santa novia que en gloria está. Llegué a casa y me pongo a oír de una detrás de otra las estaciones en México, oyéndonos aquella canción llamada Te Deseo Amor. Entonces, al otro día le hablo yo al productor, oiga, sí, tenía razón. Miren, están en primer lugar, tienen que ir a los programas de Zabludovsky, de Raúl Velasco, a los periódicos, a los mejores periódicos, están en primer lugar, así fue la historia como empezó, después las giras, los premios ya no le decían escuela de agricultura en su rondalla o rondalla de la escuela superior de agricultura Antonio Narro llena de gloria, si no ya le decían la rondalla de Saltillo, y ahí se quedó.
Era justo lo que iba a decir, que la rondalla conserva siempre este tema del amor y el desamor también, pero en su más pura esencia del amor.
Así es, lo que es el amor, llenos los teatros en todas partes, cantando más fuerte que nosotros, y eso de veras, me causa un enorme placer. Seguimos en este 2024, si Dios quiere, recorriendo el país a lo largo y a lo ancho. Algunas veces hemos ido al extranjero, sobre todo a Estados Unidos. Y cómo hay latinos en Estados Unidos. Sí, sí, sí. En el área de Los Ángeles, en el área de San Francisco, en Sacramento, la capital del estado de California, verdaderamente muchos latinos y todos cantando más fuerte que nosotros.
Ahí está la clave del éxito. Nosotros, bueno, pues, como bien dicen, el tiempo, luego es el peor enemigo, y seguramente hay muchas historias más, esperemos poder tener otra oportunidad de platicar, pero hoy por hoy, le agrademos que nos reciba aquí en su casa para conocer un poquito más de esta experiencia y sobre todo estos buenos consejos que son clave para el éxito y para ser feliz.
Además, no debo pasar por alto yo sigo trabajando en la empresa Multimedios y como todos saben, tengo un programa los miércoles de dos horas de tríos, rondallas, música instrumental, tango, poemas, etcétera, etcétera. Entonces, ahí estamos con el favor de Dios y me da mucho gusto que me llamen jovencitos de dieciocho, de veinte años, de que qué linda música me dicen. Póngame otro de los panchos, de los Dandis, póngame un tango, es música imperecedera.
Sí, definitivamente que sí. Muchísimas gracias por la invitación, por platicarnos de todas sus experiencias y, pues, estamos pendientes de esta fecha, febrero, de lo que venga y del programa de radio para estar ahí reviviendo el amor una y otra vez.
Con el favor de Dios ya vamos hacia los 30 años y Dios nos da la oportunidad para seguir construyendo el amor hoy y siempre. Muchísimas gracias. Gracias a ustedes.