Por tema de profesión realmente son mis orígenes, mis raíces. Crecí en la cocina. Mi madre se dedicó muchos años a la cocina, y para mí es como un homenaje hacia ella. Fue una mamá que sacó adelante a sus tres hijas a través de la cocina. Desde niña me involucré en este tema y siempre fui como la ama de casa, la amiga que siempre cocinaba rico, hasta lograr monetizarlo.
¿Entonces desde niña viene ese cariño por la cocina?
Totalmente. Siento que es mi ser. La cocina me eligió a mí antes que a yo a ella.
¿Cómo empezaste?
Cocinando desde los ocho años. Era yo la niña rebelde que se trepaba, se metía a la alacena y la cocina. Después, realmente fui ama de casa muchos años. Con el restaurante empecé apenas hace cinco años. Si hacemos recuento, aprendí a cocinar desde que aprendí a comer, porque era como el ejemplo del huevito ponle frijoles, y eso ya es una preparación.
El origen fue a través de buscar un plan B, que hoy en día ya es un plan A.
¿Cuáles son los primeros o principales platillos con los que arrancaste?
Mira que mis principales platillos fueron los chilaquiles y las enchiladas. Lo que me posicionó realmente fueron los chilaquiles, que no es otra cosa más que lo que Mayra Arenas preparaba en casa. Todo lo que ustedes encuentran aquí en el restaurante son platillos que realmente me gustan comer, y siempre cuando algo me gusta busco la manera de que realmente la gente lo pruebe.
Puedo ir a equis restaurante y tengo mi platillo favorito de ahí, yo te voy a decir vayan y prueben tal y tal cosa. Creo que la “Mare” nace de ese origen. Era cómo el qué voy a cocinar, ¿qué le voy a cocinar a Saltillo?, donde no le voy a cocinar algo del otro mundo. Le voy a cocinar algo que realmente se conoce en casa, que se cocina todos los domingos, que se prepara todas las mañanas, y realmente es como inició; con los chilaquiles y enchiladas.
¿Por qué la Mare Mestiza?
La Mare de Mayra Arenas. Mestiza, por que como la palabra lo indica, soy muy mestiza en la cocina, en la vida diaria. La Mare como cocina no tiene un origen de cocina. Si ustedes tienen oportunidad de probar es una fusión de diferentes ingredientes. Vamos a encontrar el ejemplo de los salbutes, que son los de la Doña. Cada uno de mis platillos tienen nombre propio, que es de donde viene el registro de marca. Como cada uno tiene nombre propio, cada uno tiene su propia identidad. Los salbutes de la Doña, es alusión a que soy yo, un platillo muy propio para mí. Son originarios de Yucatán, que es la tortilla, un piso de frijol, pavo, cochinita pibil y cebolla morada, con su salsa de habanero.
Yo soy mucho de crema, queso, cebolla morada, lechuga. Ya hice la fusión del origen de un platillo de Yucatán, a una fusión de la rebeldía de la Chef Mayra.
Y ¿de dónde eres?
Yo les digo que yo soy de donde ustedes quieren que sea, porque realmente soy muy mestiza. He andado por muchos lados. Soy nacida en Puebla, pero los primeros siete años de mi vida también estuve en Ciudad de México y Michoacán. De los 8 a los 16 años estoy en Tabasco. Migro a Piedras Negras, y de ahí a Reynosa y a Laredo. Estuve seis años en Monterrey, y el 27 de mayo del presente año cumplo ocho años en Saltillo.
¿Esos viajes fueron influencia para tu cocina?
Yo siempre he dicho que mi origen está en Tabasco, mi ser, mi reconecte. Amo el norte, yo no volvería a vivir en el sur, le debo todo a Saltillo, pero mi origen es esa parte que me hace sentir esa piel y esa alma desnuda es Tabasco. Mi cocina tiene mucha influencia del sur. Los frijoles negros, la tortilla, el epazote, el queso.
¿Cuál es la visión de la Mare Mestiza a corto, mediano y largo plazo?
A corto plazo estamos por hacerlo realidad. Nos mudamos como dice la canción para abril o para mayo a Parque Centro. Literal, siento que soy un velero en fuego. Casi no soy de planificar, me he dejado guiar, me he dejado llevar. Cada uno de los proyectos que se me han presentado afortunadamente es por gente que me ha buscado, y que se me ha presentado la oportunidad. Parque Centro es eso, jamás lo tuve dentro de mi visión de negocios, ni siquiera algo con lo que podía soñar, así que es a corto plazo. A mediano plazo sería reabrir la historia de la Mare, volviendo a aperturar aquí mismo o en alguna otra zona con este mismo concepto para que las nuevas generaciones conozcan la historia de cómo iniciamos.
A mí me pasa. Hay restaurantes nuevos, pero con mucha historia, pero que yo no conocía. Entonces, me hubiera encantado ver todo eso que me platican. Porque a lo mejor los hijos de la gente que viene ahorita, va ser muy padre cuando el papá le platique que ellos iban a tal restaurante, pero las paredes estaban pintorescas, y había estos detalles. A mí me gusta mucho entrar en el recuerdo y en la emoción. Al largo plaza, quiero que sea la esencia de lo que es Mayra Arenas, y más que el restaurante a mí me gustaría que el día de mañana cuando yo ya no este, y ustedes puedan seguir probando el bocado de frijol, ustedes puedan decir valió la pena haber conocido a esta Chef. Ese es mi proyecto a largo plazo.
¿Habrá nuevas creaciones, nuevas ofertas?
Totalmente. Cada mes pongo un platillo de temporada. El haber aceptado irnos a Parque Centro es eso. Yo soy muy inquieta, quiero más, más y más. Siento que aquí ya estaba hasta cierto punto topada en lo que yo quiero hacer, lo que está en mi cabeza. La esencia es seguir creando los sabores de alguna emoción, de algún recuerdo. Yo no te cocino chilaquiles y frijoles, yo te cocino el recuerdo de tu abuelita. Yo te cocino la emoción que tu sentías cuando ibas a casa de tu mamá, que te preparaba los frijolitos y te los molía en ese momento. Le doy olor y aroma a la tristeza, de la nostalgia.
¿Cuáles son tus principales influencias dentro de la cocina?
Todas aquellas mujeres luchonas por así llamarlas. Admiro a un Enrique Olvera, soy fan de ese tipo de chefs, y cuando los veo, les digo que yo quiero ser como ellos. Mi inspiración siempre va ser la señora, la persona, o el señor que tiene un objetivo de vida y que se lo está apostando a la cocina.
De todo tu menú, ¿cuál es tu platillo favorito?
Que difícil, me inclino con el “para que amarre”, que son los chilaquiles levanta muertos, porque me gusta mucho el picante. Y si a esos chilaquiles le ponemos chorizo y chicharrón se convierten en magia. Yo hago mis propias preparaciones de acuerdo al antojo del día.
