La revista “El Ahuizote” trae esta semana una entrevista exclusiva al reconocido escultor saltillense Alejandro Fuentes Gil, con una trayectoria de más de 30 años, es considerado uno de los escultores más respetados en México. Su obra ha llegado a escenarios tan importantes como el Museo del Carmen en la Ciudad de México y el Palazzo Vecchio en Florencia, Italia, donde ha sido reconocido por su sensibilidad para plasmar la naturaleza que le rodea. Su obra se encuentra en numerosas colecciones privadas y públicas, entre ellas la colección Pago en Especie, administrada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
¿Cómo empezó en la escultura y cuál es su formación?
Desde muy niño tuve el gusto de modelar con plastilina, era un observador en el taller de mi padre, el reconocido taxidermista Don Pedro C. Fuentes y gran amigo de Don Aldegundo Garza (fundador del Museo de las Aves de Saltillo), lo que me llevó a heredar un especial interés en la fauna silvestre y en la figura humana. De formación soy Ingeniero Industrial, y por azares del destino, el mismo Don Aldegundo Garza me recomendó para realizar el alto relieve de un reconocido empresario del ramo automotriz como homenaje póstumo, en ese entonces tenía 32 años. Me fue muy bien con ese proyecto y a pesar de que trabajaba en la industria farmacéutica y dando clases en la universidad de cálculo diferencial e integral me aventuré a renunciar a mis trabajos y empezar a vivir completamente de la escultura. Inmediatamente empecé a tener demanda en Monterrey y en las zonas aledañas con producciones grandísimas de fauna silvestre con diversas organizaciones.
¿Después de decidir dedicarse completamente a la escultura cómo es que empieza su propio taller de fundición? ¿Cuáles fueron los retos y cómo llegó a ser uno de los más grandes en la región?
Yo decido, mas bien, yo no decidí, mi esposa decidió. Ella tiene un primo que se llama Erasmo Fuentes, también escultor y autor de la escultura que fue construida en 1991 para conmemorar el cuarto centenario de la fundación de San Esteban de la Nueva Tlaxcala y que se encuentra en el centro de Saltillo en la plaza del mismo nombre. Erasmo vino a Saltillo desde Estados Unidos en donde estudió escultura de donde traía el conocimiento de la fundición y empezó un pequeño taller de fundición. Desafortunadamente no le fue bien y decide regresar al país del norte. Mi esposa salió con la iniciativa y le compramos la fundición, que era muy sencilla: compuesta por una máquina de soldar, un compresor de aire, un soplador para el horno, y un horno pequeño para cocer la cerámica, era todo. En un inicio estaba muy cómodo mandando a fundir mis piezas a la Ciudad de México, ya que aquí hacía el modelo, lo mandaba allá y me olvidaba de todo. El trabajo de fundición es pesado y no estaba seguro de querer hacerlo. Pero una vez que empezamos a base de prueba y error nos dimos cuenta que nuestra calidad superaba por mucho a aquellos bronces fundidos en la capital, porque ellos usaban chatarra y otros materiales además de un métodos muy antiguos. Ahora usamos los métodos más modernos de fundición en la escultura. Hoy en día tenemos más de 30 años con el taller y ya sabemos temperaturas, espesores de la cerámica, todos los secretos ya los conocemos. Trabajamos con aleaciones de bronces que realizan especialmente para nosotros en San Luis Potosí. La demanda de nuestras piezas fue lo que nos obligó a realizar todo el proceso.
¿Cuáles han sido los más grandes proyectos que ha realizado en su carrera?
Uno de los más importantes han sido los que me dieron en Florencia, en la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo como en el Premio de Florencia, en Italia, en donde gané el segundo lugar pero es como las olimpiadas en donde participan los más grandes pintores y escultores del mundo. Esos para mí son los más importantes. También son importantes para mí los trabajos monumentales y las esculturas públicas como el que acabamos de hacer recientemente en la Plaza principal de Monclova, que consta de varias esculturas a tamaño real como homenaje a todos los monclovenses.
¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta Alejandro Fuentes?
Mis retos son técnicos: empecé a hacer miniaturas para probar hasta dónde la vista me alcanzaba. Otro de mis retos es continuar con el ritmo de trabajo que llevamos. Afortunadamente ahorita a mis 71 años tengo muchos proyectos y mientras se pueda voy seguir aquí en mi taller, sobre todo aquí en equipo con mi familia.
¿Tiene algún proyecto pendiente que quiera realizar?
Mi proyecto es seguir trabajando. Estoy conforme con lo que tengo y lo que voy resolviendo. Mi objetivo es seguir trabajando y dando lo mejor de mi en cada proyecto.
¿Cómo ha logrado enfrentar el reto de vivir exclusivamente de la producción artística en medio de la pandemia?
Nosotros tuvimos problemas muy serios en la demanda de esculturas, ya que todo el presupuesto se fue a los rubros de la salud. Sin embargo, siempre hay proyectos y oportunidades que nos fortalecen anímicamente y nos han permitido continuar con nuestro trabajo. Afortunadamente somos reconocidos por nuestra seriedad y el uso de los materiales de la mejor calidad, por eso nos siguen buscando.
En toda su carrera ha esculpido a una gran cantidad de personalidades, héroes nacionales y políticos ¿Cuál fue el primer y último político que ha inmortalizado una escultura?
El primero fue José de las Fuentes Rodríguez y el último, se podría decir que a los exgobernadores de Coahuila.