Diana Solís, una guerrera de la vida

0
644

Diana Solís nació en la ciudad de Monterrey un 11 de mayo de 1988, tiene la edad de 35 años. El año del 2021, específicamente en el mes de noviembre le detectaron cáncer en el paladar duro y ahí comenzó un proceso de curación en donde empieza a visitar doctores para darle un seguimiento a su padecimiento. Un cáncer muy extraño, como ella lo describe, pues incluso los doctores se lo describían como un tema no muy común.

¿Por qué pasó? La verdad, nunca me lo he preguntado, el decir ¿por qué me pasó a mí? ¿cuáles fueron las consecuencias a llegar a ese punto?, solo inicié mi proceso.”

¿Cómo fue para ti el momento en el que se te informó esta noticia?

El día que yo supe que tenía cáncer, yo creo que para toda la gente es un tema delicado, el pensar en cáncer lo relacionas inmediatamente con muerte, obviamente ese día, pues, yo tengo 3 hijos, la más chiquita en ese entonces tenía meses, entonces, pues fue un proceso difícil ese día. Después me puse a pensar y dije “no, no me puedo dejar caer por mis pensamientos” entonces, tenía que salir adelante de la mano de los doctores, obviamente y arreglar mi tema espiritual, sanándome desde mi cuerpo, desde adentro y empecé con temas alternativos, además de seguir con mis tratamientos con los doctores.

Todo este proceso, fue muy complicado para ti o ¿cómo lo llevaste?

Fíjate, que sí fue complicado, ya una vez que lo veo desde este año, que ya voy terminando casi el proceso, el día que el doctor me dice como iba a ser todo el procedimiento, obviamente es un shock, porque a mí me dijeron: “en la cirugía hay que quitar todo el paladar completo”, obviamente hablamos del paladar y dientes, nosotros como mujeres o como cualquier persona, el momento en el que te dicen que te van a quitar la mitad de tu cara, pues lo primero que relacionas es “¿cómo voy a quedar?”, es la cara que le doy a mis hijos, es la cara que le doy a la gente. Obviamente que si fue un shock grande para mí decir: “me van a quitar, me van a abrir, toda esta parte de mi cara, me van a quitar todo el paladar con todos los dientes”, y ahí no terminaba, sino que, te quitan eso y es comer mediante sonda por meses, además, la cirugía, yo tuve traqueotomía, que obviamente si me quitaba toda esta parte, yo no podía estar respirando, mientras ellos estaban realizando su trabajo. A mí me hicieron una reconstrucción inmediata con un pedazo de mi pierna, un pedazo de peroné, se quitó un pedazo de peroné y eso fue lo que me pusieron de paladar. Siguió el proceso, siguieron radiaciones, cirugías posteriores para acomodar bien el paladar que quedara plano, porque estaba un poco inflamado y de ahí hemos empezado a aprender a llevar las cosas siempre con actitud positiva, literalmente yo, nunca me dejé caer, yo trataba de enfocarme en lo importante que era mi recuperación en ver bien a mis hijos, en salir adelante y yo me agarraba de mi familia, yo creo que mi familia, mi esposo, mis hermanos, mis papás sobre todo, jamás me soltaron, jamás me dejaron, siempre estuvieron muy al pendiente de mí en todo momento para poder salir adelante. 

Mencionas algo muy importante, primero, te aferraste a la vida por tus hijos, pero, por otro lado, el apoyo de la gente que te rodea. 

Yo creo que cuando pasas por una situación difícil, lo más importante es eso, acogerte de la gente que te quiere, porque es lo que te va a sacar a lo mejor del hoyo en el que estás en ese momento, porque obviamente, todos nos caemos y son momentos difíciles, pero, la ventaja de todos esos momentos difíciles es pensar en el ahora, no decir “¿y si me pasa esto?”, no, no podemos pensar en qué es lo que va a pasar si en ese momento no nos enfocamos a lo importante que es salir día a día de situación. 

Antes de iniciar esta entrevista mencionabas, también, a gente que no era cercana a ti, pero, que incluso te enviaban mensajes de apoyo.

Sí, eso fue algo impresionante, de verdad. Yo empecé a compartir en mi Instagram todo mi proceso, desde que estaba en el hospital, desde la primera operación, una operación que duró 15 horas. Yo empecé a compartir diario, cómo iba, cómo me alimentaban de la sonda, cómo respiraba por traqueotomía, cómo iba mi pierna, cómo empecé con silla de ruedas y luego cómo ya con andadera y luego ya poderme levantar. Había muchísima gente que se acercaba y me decía “de verdad te admiro un chorro”, y todo eso era una motivación para mí, porque yo realmente lo hacía para que la gente supiera que yo estaba bien, porque yo me sentía bien. 

También lo tomaste como una terapia para ti, irlo contando y que la gente supiera eso, que estabas bien.

Exacto, que sí se puede. Yo también lo hacía porque había mucha gente que se acercaba y me decía “es que yo tengo un problema de ansiedad”, entonces me decían “yo te veo a ti y veo que sí se puede lograr cosas si te enfocas en lo positivo en lugar de lo negativo de las situaciones que estás viviendo”. 

¿Alguna vez pensaste en rendirte? El decir: “ya no puedo más”. 

Fíjate que no que me haya pasado, porque yo quisiera, sino porque, literal, después de que me operaron estuve tres días en terapia intensiva. En la terapia intensiva yo estaba consciente, no podía hablar por la traqueotomía y en esos momentos yo sí sentía que me moría, pero, yo no quería, entonces, yo, ¿de qué me agarraba esos días que yo estaba literalmente sola?, porque terapia intensiva es un lugar muy solo. Es un lugar donde cada paciente tiene que estar en un cubículo y los doctores van y vienen nada más revisando, dependiendo tu oxigenación, dependiendo tu corazón, van revisando los márgenes y yo no podía hablar. Me acuerdo de que la primera vez que yo sentía que me estaba ahogando no podía gritar, estaba muy desesperada y no estaba sedada.

¿Sentiste miedo?

Sí, muchísimo miedo, entonces, yo empecé a pegar a la camilla, hasta que ya llegaron las enfermeras y ya me dieron la perita para yo poder de ahí hablarles. Yo sí sentía que me moría en esos días, pero, yo me aferraba a pensar en lo que iba a pasar. Por ejemplo, me imaginaba cosas bonitas, empezaba a imaginarme viendo a mis hijos, en mi casa, me imaginaba con mis papás. En ese momento yo visualizaba todo lo que iba a pasar en un futuro para yo sentirme que ya estaba de ese lado y no pensar en que sentía que me estaba muriendo, que no podía respirar, en todas esas cosas malas, trataba de enfocarme en ver a mis hijos y en visualizarme en un futuro cercano.

Durante este año 2023, Diana ha entrado a distintas cirugías de reconstrucción, proceso que aún no ha terminado.

Mi primera cirugía fue el 26 de febrero del año pasado. Después de esa cirugía he tenido varios tratamientos, treinta radiaciones diarias y 4 cirugías.  En el mes de marzo entré a una cirugía, en esta cirugía me iban a poner un pedazo de hueso de mi cadera en el peroné, o sea, en el hueso de mi paladar, para ya poder ponerme unos dientes fijos, esos dientes fijos van atornillados, pero, revisando los doctores, vieron que tenía un conducto que llevaba de la nariz a la boca, entonces no se pudo hacer lo del hueso, pero, ahí mismo me taparon ese conducto que tenía con segmento de mi cachete. En el mes de mayo tuve otra cirugía en donde me reconstruyeron mi nariz, me colocaron una nariz completamente funcional. Y el próximo 12 de diciembre voy ahora sí, por la cirugía donde me van a colocar un pedazo de mi cadera en el paladar.

Estos dientes que yo traigo es una prótesis, no me sirven para una alimentación normal, solo para vista. Unos dientes fijos, serían ya una cereza en el pastel, para ya poder comer, para ya disfrutar nuevamente los alimentos de forma normal. Esta aplicación de mis dientes fijos ya sería el próximo año.

Evidentemente este proceso ha sido agotador para ti, pero, tú has contado tu experiencia en distintas ocasiones, ¿cómo ha sido esto para ti? 

La verdad, ha sido satisfactorio llegar a alguien, llegar a más gente, el amor propio, el siempre tener una actitud positiva o poder pedir ayuda, saber que no están solos, si están pasando por una situación difícil, poder acercarse con alguien, con algún profesional o acercarse con algún amigo o con tu pareja o con tus papás, la gente cercana a la que estén, la verdad, ha sido muy bonito saber que he llegado, aunque sea a una o dos personas.

Ahorita, tus hijos, ¿cómo están?

Ellos están bien, todos estamos muy contentos de que volví a tener otra oportunidad de vida, porque yo ya estoy libre de cáncer, después de las radioterapias, etc., gracias a Dios he salido libre de todo.

¿Qué le dices a toda esa gente que están pasando por una situación complicada?

Yo les digo que se agarren de la gente o de lo que más quieran en ese momento, sea lo que sea, sean sus hijos, sea a lo mejor sus papás, que pidan ayuda, que se acerquen con alguien y que esos procesos pasan, gracias a Dios los momentos malos no duran para toda la vida, son rachas. Y que traten de vivir un día a la vez. 

Tengo amigas y mi hermana también es psicóloga y platicando con ellas me dicen que tengo una resiliencia impresionante, yo nunca sentí necesidad de requerir una ayuda extra a la que yo ya tenía. Siempre llevé esta situación de la mejor manera y apoyándome en toda la gente, de mis familiares.

Instagram: @Dianaasolisg

Facebook: Diana Solís 

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí