El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó una nueva advertencia comercial dirigida a Apple, amenazando con imponer un arancel del 25% a sus productos si la compañía no traslada su fabricación al país. A través de su red Truth Social, Trump señaló que espera que los iPhones vendidos en territorio estadounidense se ensamblen localmente, no en India ni en ningún otro país.
La declaración provocó una inmediata reacción en los mercados: las acciones de Apple cayeron más del 3% en operaciones previas a la apertura de Wall Street. Esta presión se suma a la estrategia de Trump por forzar la relocalización de empresas clave como parte de su agenda económica nacionalista.
Apple, que en febrero anunció una inversión de 500 mil millones de dólares para expandir parte de su producción en EE. UU., enfrenta ahora la posibilidad de mayores costos. Según la propia compañía, los aranceles actuales ya implican un impacto de 900 millones de dólares en su balance trimestral.
La amenaza a Apple coincide con una declaración similar contra la Unión Europea, a la que Trump advirtió con un arancel del 50% a sus productos si no se alcanzan acuerdos comerciales favorables. Con estas medidas, el republicano intensifica su pulso proteccionista en plena carrera por consolidar su liderazgo económico.
