El expresidente Donald Trump afirmó en una entrevista con The Atlantic que, si es reelegido, sus ambiciones en su segundo mandato no se limitarán solo a Estados Unidos. Durante una conversación telefónica con periodistas a finales de marzo, Trump compartió que tiene expectativas más amplias para su próximo gobierno.
Aunque inicialmente se había cancelado una reunión previamente pactada, los periodistas lograron contactarlo directamente tras obtener su número personal. En la charla, Trump habló sobre las diferencias entre su primer mandato y lo que espera para el futuro.
Cuando le preguntaron si su segundo mandato será diferente al primero, Trump respondió sin dudar: “La primera vez, tenía dos cosas que hacer: gobernar el país y sobrevivir; tenía a todos estos corruptos. La segunda vez, gobernaré el país y el mundo”.
Según el artículo publicado por The Atlantic este lunes, Trump también destacó su buena relación con magnates como Jeff Bezos y Mark Zuckerberg, quienes anteriormente consideraba sus adversarios. En la conversación, también se le mencionó que estaba disfrutando más de su tiempo en la Casa Blanca en comparación con su primer mandato, a lo que el presidente respondió afirmativamente: «Me lo estoy pasando genial, considerando lo que hago… sabes, lo que hago es muy serio».
El artículo explica que Trump había accedido a la entrevista para compartir las lecciones que había aprendido durante su trayectoria política y cómo logró una de las remontadas más sorprendentes en la política estadounidense.
Aunque se había planeado una sesión fotográfica, Trump canceló su participación tras publicar un mensaje en su cuenta de Truth Social en el que arremetía contra los periodistas que cubrirían la cita. En su publicación, acusó a Ashley Parker y Michael Scherer de ser imparciales y de haber escrito de manera negativa sobre él en el pasado. A pesar de la controversia, los periodistas lograron concretar una llamada telefónica con el mandatario a las 10:45 de la mañana de un sábado, mientras se encontraba en un club de campo en Nueva Jersey.
El artículo destaca que, aunque el acceso a Trump fue difícil, el contacto fue posible debido a que el personal de la Casa Blanca tenía un control parcial sobre los dispositivos de comunicación del presidente.
