Moisés Sandoval Mendoza, de 41 años, fue ejecutado por inyección letal este 23 de abril en Huntsville, Texas, tras ser hallado culpable del asesinato de Rachelle O’Neil Tolleson en 2004. El crimen ocurrió cuando ambos tenían 20 años. El cuerpo de la joven fue hallado calcinado y enterrado días después. A pesar de los intentos legales por conmutar la pena a cadena perpetua, la ejecución siguió adelante. Antes de morir, Sandoval ofreció disculpas a la familia de la víctima. Esta fue la ejecución número 13 en Estados Unidos en lo que va del año.