Volker Türk, alto comisionado de Derechos Humanos de la ONU, pidió una “pronta y efectiva investigación” de al menos 28 asesinatos ocurridos durante las protestas post-electorales en Venezuela tras las elecciones presidenciales de julio. Aunque celebró la liberación de más de cien presos políticos, Türk exigió la liberación de aquellos detenidos arbitrariamente, incluidos defensores de derechos humanos y trabajadores humanitarios, y que se revisen los casos de las aproximadamente 2,000 personas aún detenidas.
En su intervención, Türk expresó preocupación por el uso de legislación antiterrorista contra los manifestantes, las denuncias de desapariciones forzadas y las condiciones de detención, como el hacinamiento y la falta de atención médica. También denunció la persecución de organizaciones no gubernamentales y actores sociales, lo que contribuye al clima de tensión y miedo en el país.
El embajador venezolano ante la ONU, Alexander Yánez, rechazó las declaraciones de Türk, asegurando que afectan la credibilidad del sistema de la ONU.
