¿Cómo se puede llevar a cabo un debate en un partido político cuando casi la mitad de los votantes de esa formación se fían de uno de sus líderes más que de su propia madre?
Ésa es la tesitura en la que se vio el Partido Republicano el miércoles. Ocho candidatos a la Casa Blanca, con una intención de voto de entre el 1% (Doug Burgum y Asa Hutchinson) y el 16% (Ron DeSantis) debatieron durante dos horas en la cadena de televisión más cercana a sus postulados, Fox News.
Y, entretanto, otro candidato, Donald Trump (62% de intención de voto), daba una entrevista a la ex estrella despedida de Fox News, Tucker Carlson, en Twitter, la red social del empresario más rico e influyente de Estados Unidos que, además, ha pasado de votar demócrata a republicano, Elon Musk.
Así que lo que se vio el miércoles por la noche (madrugada del jueves en España) podría titularse Donald Trump y los ocho enanitos, si no fuera porque la mera mención del estudio que hizo ese clásico, Disney, es una declaración de guerra para los partidarios que todavía le quedan a de DeSantis.
Por un lado, estaba el ex presidente, en Twitter, en una entrevista con un comentarista que apoya la invasión de Ucrania por Rusia, cree firmemente en la ‘teoría del reemplazo’ inventada por el francés Renaud Camus, que afirma que las ‘élites globalistas’ han diseñado un plan para que la raza blanca sea reemplazada por otras más oscuras, y que ha grabado un vídeo en el que sugiere que, para limitar la pérdida de virilidad de la sociedad moderna, los varones occidentales deben broncearse los testículos.
Por otro, ocho candidatos que esperan que Yahvé abra las aguas del Mar Rojo y le permita el paso a la Tierra Prometida, sin querer darse cuenta de que Donald Trump ya anda levantando un templo en Jerusalén.
Con sus gestos exagerados, su capacidad para romper las normas del debate y hablar cuando le daba la gana, Ramaswamy dominó la conversación. El ex vicepresidente, Mike Pence (5% de intención de voto), rompió con su imagen de sobrio evangélico y dejó claro que no le soporta. El ex gobernador de New Jersey, Chris Christie (2% de respaldo), que había ido al debate básicamente a poner de vuelta y media a Donald Trump – del que ha sido rival, aliado y, ahora, de nuevo rival – le llamó «aficionado» y le dijo «usted suena como ChatGPT».
La cuestión es que ChatGPT es muy popular, así que Ramaswamy, como mínimo, logró ser el centro del debate. Lo que no es poco, aunque lo más probable es que, como ha dicho el propio Trump, lo más que salga de esos ocho candidatos sea el candidato a ser vicepresidente con él.