Towana Looney, una estadounidense de 53 años, es la tercera persona en recibir un trasplante de riñón porcino, un procedimiento aún experimental. Tras ocho años en diálisis y sin encontrar un donante compatible, Looney fue operada el 25 de noviembre en el Hospital Langone de la Universidad de Nueva York, recibiendo un riñón de cerdo modificado genéticamente.
Actualmente, la paciente presenta “condiciones renales normales”, según el cirujano Robert Montgomery, y se encuentra llena de energía. “Estoy encantada, me siento bendecida por esta segunda oportunidad en la vida”, declaró. Looney, quien donó un riñón a su madre en 1999, celebró la posibilidad de recuperar su calidad de vida e incluso bromeó: “¡Puedo ir al baño después de ocho años!”.
El trasplante podría marcar un avance en los xenotrasplantes, técnica que busca solucionar la escasez de órganos en EE. UU., donde más de 100,000 pacientes esperan un trasplante. La operación utilizó un riñón con diez modificaciones genéticas, diseñadas para mejorar la compatibilidad con el cuerpo humano y evitar el rechazo inmediato.
El procedimiento representa un paso adelante en la búsqueda de alternativas para quienes enfrentan largos tiempos de espera por un donante.