Se trata de una misión espacial sin precedente, que busca explorar por primera vez un cuerpo celeste de superficie rica en metales.
Una sonda de la NASA despegó el viernes con destino a Psyche, un objeto a 3.600 millones de kilómetros de distancia que podría ofrecer pistas sobre el interior de planetas como la Tierra.
Psyche es un mundo como ningún otro: un asteroide rico en metales que podrían ser los restos de un pequeño planeta, o quizás un tipo completamente nuevo de cuerpo celeste desconocido para la ciencia.
“Hemos visitado en persona o robóticamente mundos hechos de roca, mundos hechos de hielo y mundos hechos de gas… pero esta será la primera vez que visitemos un mundo que tiene una superficie metálica”, dijo la científica principal Lindy Elkins-Tanton a periodistas durante una sesión informativa esta semana.