Tras el fin de la guerra de doce días con Irán, el gobierno de Israel anunció que adoptará una “política de defensa activa” para impedir que la república islámica reconstruya sus capacidades militares, especialmente en materia nuclear y de misiles balísticos.
El ministro de Defensa, Israel Katz, afirmó que el Estado israelí tiene la firme intención de eliminar cualquier amenaza proveniente de Irán. “La misión de las FDI ahora es preparar un plan blanco y azul —en referencia a los colores de la bandera— para asegurar que Irán no vuelva a amenazar a Israel”, declaró en un mensaje dirigido a las fuerzas armadas.
Katz señaló que la reciente campaña militar debilitó significativamente el programa nuclear iraní y su sistema de producción de misiles, considerados los principales riesgos estratégicos para su país. Además, instruyó al Ejército a mantener la superioridad aérea sobre Teherán y a diseñar un plan de ejecución específico para contener el avance iraní.
La confrontación entre ambos países, que concluyó el pasado 24 de junio tras un alto el fuego mediado por Estados Unidos, dejó un saldo de al menos 28 muertos en Israel y 935 en Irán, la mayoría de ellos civiles.