Durante su intervención ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, el canciller iraní Abás Araqchí acusó a Israel de cometer crímenes de guerra al atacar instalaciones nucleares y objetivos civiles en su territorio. El funcionario calificó estos actos como una violación a la Carta de Naciones Unidas y pidió a la comunidad internacional actuar con urgencia para detener la agresión.
Araqchí también denunció ataques contra hospitales, centros de salud y el propio Ministerio de Exteriores iraní, y advirtió sobre los riesgos medioambientales de los bombardeos a infraestructuras nucleares. “Vamos a defender nuestra soberanía con todas nuestras fuerzas”, afirmó.
Mientras tanto, el embajador israelí ante la ONU, Daniel Meron, cuestionó la presencia del diplomático iraní en el foro, al que calificó como representante de un “régimen radical”.