El caso de Gisèle Pélicot, una mujer francesa que fue manipulada por su esposo durante años, ha conmocionado a su familia y al país. Dominique Pélicot, su marido, la drogaba para que otras personas la agredieran sin que ella lo supiera. Durante el juicio, la hija y la nuera de Gisèle testificaron, expresando sus sospechas de haber sido también víctimas de los actos de Dominique. Caroline Darian, hija de Gisèle, contó cómo descubrió fotos comprometedoras de sí misma, tomadas sin su conocimiento, lo que cambió por completo su percepción de su padre, a quien antes consideraba una persona de confianza.
El caso ha afectado profundamente a toda la familia, incluidas las nueras Céline y Aurore, quienes también encontraron imágenes íntimas de ellas, tomadas sin su consentimiento. Céline recordó un incidente en el que encontró a su suegra inconsciente, lo que despertó más sospechas sobre los eventos ocurridos en la casa familiar. Se estima que hasta 72 personas estuvieron involucradas en estos actos, de las cuales 50 han sido identificadas y están siendo juzgadas actualmente.
El juicio ha revelado una historia perturbadora de abuso, con un impacto devastador en las víctimas, quienes luchan por entender y procesar lo que ocurrió.